Facilitar el acceso a la vivienda a quienes reciben menores ingresos se ha convertido en un reto de país. Se calcula que más de 2,5 millones de colombianos viven con un salario mínimo y otros miles subsisten con menos. ¿Cómo ayudarlos a que sean propietarios de un lugar digno?
Hace un año, Nicoole Andrea Hurtado Téllez, una operadora de buses del Sistema Integrado de Transporte (SITP) en Bogotá, inició el proceso para acceder al subsidio de la caja de compensación, con el objetivo de tener vivienda propia. Participó en una convocatoria realizada por la Operadora Distrital de Transporte La Rolita, empresa donde trabaja, para participar en una Feria de Vivienda y ese mismo día se inscribió para aplicar por dos subsidios: el de la caja de compensación y el del gobierno distrital. Días después le dieron la noticia de que contaría con recursos por un poco más de 55 millones de pesos para completar la cuota inicial de su vivienda: 41,5 millones de pesos fueron aportados por Colsubsidio y 13,8 millones de pesos por la Secretaría de Hábitat.
Eligió el proyecto La Marlene II de Cusezar, en la localidad de Bosa, donde le brindaron acompañamiento y asesoría para postularse a los subsidios y está cada vez más cerca de tener su casa propia. Al igual que Nicoole, cientos de familias logran cada año este tipo de subsidios para la compra de vivienda nueva, construcción o para mejoras de la que ya tienen. Según Colsubsidio, durante 2023 se entregaron 19.964 subsidios, de los cuales 80 por ciento se destinaron a compra de vivienda nueva; 18,5 por ciento a arrendamiento de vivienda con opción de compra; 0,96 por ciento a construcción en terreno propio, y 0,53 por ciento a mejoramiento de vivienda.
Además de Colsubsidio, hay otras 41 cajas que tienen presencia en 895 municipios. De acuerdo con Asocajas, cada año se entregan en promedio 70.000 subsidios para vivienda y la meta es seguir articulando acciones con el sector público para que las familias accedan a todas las ayudas.
Subsidios para todos
Juan Carlos Carvajal, director administrativo de la Caja de Compensación Comfamiliar del Huila, aplaudió el hecho de que existan varios subsidios para apoyar a las familias de menos ingresos en la adquisición, construcción o remodelación de las viviendas, e invitó a sumar esfuerzos para que los aportes de los gobiernos municipales y departamentales, junto con el subsidio del Gobierno nacional y el de la caja de compensación, faciliten el cierre financiero, y los bancos puedan prestarles los recursos que faltan. Para Carvajal, es lamentable ver cómo muchas veces se pierden los subsidios que asignan las cajas debido a que las familias no logran el cierre financiero o el acceso al crédito, de manera que pasan los tres años iniciales y los dos de prórroga sin alcanzar el objetivo.
Fortalecer la estrategia de comunicación para que las personas conozcan de los subsidios, agilizar las respuestas a un periodo máximo de 15 días y construir soluciones acordes con los recursos que se entregan son las alternativas que contemplan las cajas para que los recursos lleguen a las personas.