Son tiempos de grandes desafíos para la economía en todo el mundo. El Fondo Mundial Internacional (FMI) prevé que será un año de desaceleración y Colombia da señales de ir en esa dirección. Así que el gran reto que tienen todas las empresas es adaptarse a mercados más competitivos y, en algunos casos, como en nuestro país, a reglamentaciones más exigentes. Ciro Meza, socio del área de Práctica Tributaria de la firma Baker
McKenzie, explica que “hay una expectativa latente de qué es lo que va a ocurrir y hacia dónde nos vamos a dirigir con las nuevas políticas económicas del Gobierno nacional. Entonces, las compañías lo piensan antes de tomar pasos grandes”.
Dentro de esos cambios sobresalen el proyecto de reforma laboral, que está en discusión en el Congreso, y los cambios introducidos por la tributaria. Para afrontar de manera adecuada esta nueva realidad, la reconocida firma internacional Baker Mckenzie, con presencia en más de 40 países, comparte algunas recomendaciones. Para Evelyn Romero, socia del área de Empleo y Compensación de la firma, “la clave está en el derecho preventivo. En nuestro caso particular, tenemos estrategias para prevenir el conflicto y los cambios. Preparamos a las empresas para esas reformas, hacemos un análisis conjunto de su contenido y el impacto que un cambio legislativo puede tener en el negocio, el presupuesto actual de la empresa y la estructura de sus activos. Anticipamos como asesores cuáles son las líneas de negocio, los contratos o relaciones jurídicas de nuestros clientes que pueden estar sujetas a cambios”.
En la práctica esto quiere decir que se realizan auditorías de cumplimiento y de revisión de esquemas legales, que pueden durar entre uno y tres meses, dependiendo del tamaño de la empresa y de la muestra. “Pero, en general, son procesos rápidos”, enfatizó. “El trabajo de la firma es ayudar a los clientes en el proceso de adaptación a las reformas”, precisó Meza.
Bien asesorado
En un país en el que los litigios legales de las empresas con terceros son constantes, uno de los grandes objetivos para consolidar un buen funcionamiento empresarial es minimizar los riesgos de llegar a esas instancias. “Somos un país litigioso y cada día lo somos más. Hoy en día, con los medios y las tecnologías, es cada vez más sencillo presentar una demanda en Colombia. Entonces, uno sí tiene que estar bien asesorado”, afirma Romero.
“En lo tributario, asesorando a los clientes tratamos de anticipar potenciales situaciones que se puedan dar a futuro para que, cuando lleguen los cuestionamientos de entidades como la DIAN, haya una preparación suficiente y no sea necesario terminar en un litigio”, destacó Meza. Ambos coinciden en la relevancia del derecho preventivo en tiempos en los que el país está a la expectativa por las distintas reformas.
Contenido elaborado con el apoyo de Baker McKenzie Colombia.