En el año 2018, la Universidad de La Sabana inició un ambicioso proceso de transformación académica que busca redefinir la experiencia educativa de sus estudiantes y fortalecer el rol de los docentes como agentes de cambio para generar impacto tangible. Este modelo innovador y flexible se caracteriza por su enfoque educativo personalizado, donde mediante el aprendizaje experiencial se desarrollan competencias apilables y certifica - bles, facilitando diferentes experiencias educativas de la mano con el sector empresarial, para que cada estudiante pueda construir su hoja de vida aportando a la solución de problemas reales.
Para lo anterior, La Sabana se trazó un norte claro para avanzar en el camino de la transformación educativa en el marco de cinco prioridades estratégicas, donde el portafolio ágil y el aprendizaje UniSabana son indispensables, de cara a los cambios acelerados del mundo. “En la universidad hemos identificado nuestra visión de la transformación al 2029. Estamos trabajando decididamente para consolidarnos como una institución humanista y con impacto tangible en la era digital, apoyada en la idea de universidad de tercera generación que contribuya al desarrollo sostenible, para servir más y mejor a la sociedad”, aseguró su rector, Rolando Roncancio Rachid.
El rector es consciente de los retos y desafíos que enfrenta la educación superior, por eso, agregó que “la universidad, como cualquier organización, está sometida a diferentes presiones. Es importante reconocer que no estamos en una época de cambio, sino en un cambio de época, pasamos de la era analógica a la era digital. Y eso trae sus consecuencias. Hay disrupciones en todos los órdenes, en la manera como el ser humano se relaciona con la tecnología y con los otros, una era donde la inteligencia artificial revolucionará el mundo y donde necesitamos nuevas alfabetizaciones y competencias para el trabajo”
Según Roncancio, las expectativas de los estudiantes están cambiando. Demandan un aprendizaje más activo donde el centro del proceso de enseñanza y aprendizaje son ellos. Es precisamente por ello que La Sabana ha sido pionera en institucionalizar el aprendizaje experiencial, desarrollando al año más de 80 actividades de innovación abierta con sus estudiantes y aliados, donde participan más de 3.500 personas. También, más del 70 por ciento de las asignaturas se realizan con aprendizaje experiencial, de las cuales, más del 30 por ciento son orientadas a la solución de problemas reales con metodologías de impacto.
La transformación en La Sabana salta a la vista. En palabras del rector, “además de la oferta de micro credenciales (certificaciones de habilidades específicas que complementan la formación profesional), estamos orientados a concebir nuestro portafolio en el marco del aprendizaje para toda la vida, también conocido como Lifelong Learning. Los estudiantes y las personas que entran a la educación superior lo pueden hacer en cualquier momento de la vida según las necesidades del momento que están pasando, el upskilling (aprendizaje de nuevas habilidades para crecer en la misma área profesional) y reskilling (capacitación en nuevas habilidades para enfoques profesionales diferentes) de competencias cada vez es más común. Hay un cambio de paradigma en la educación superior y están demandando múltiples trayectorias. El mercado laboral valora perfiles con competencias profesionales y disciplina - res que puedan generar respuestas más completas a los problemas y desafíos del mundo”, explicó.
Una nueva forma de aprender
Ser parte de las soluciones es, en con - secuencia, la manera cómo la educación superior está enfrentando los desafíos. Según un estudio de la Universidad de La Sabana, el 83 por ciento de presidentes y directivos de 138 de compañías con sede en Colombia afirmaron que los egresa - dos deberían contar con competencias profesionales y disciplinarias al salir de la universidad. “Esa tendencia nos muestra que nuestra formación humanista y centrada en la persona, como lo hacemos en La Sabana, cada vez cobra más vigencia en el contexto actual”
Toda esa realidad cambiante impulsó a la universidad a entrar en el proceso de transformación que está impulsando. Como resultado, nació un nuevo modelo académico, con una metodología más flexible, dinámica y personalizada.
“Buscamos acompañar a cada estudiante en la elección y el desarrollo de su ruta formativa para que se alinee con sus intereses y potencie su crecimiento personal y profesional”, explicó el académico. Para La Sabana, no se trata de entregar solo un título, sino de formar personas, y para ello, existe una preocupación por fomentar esa actitud de servicio y trabajo bien hecho.
Esa línea se mantiene en todos los estamentos de la universidad y así lo dejó ver su rector. “Todas las personas que trabajamos en la universidad entramos en una lógica de una organización más innovadora, y eso quiere decir que debemos involucrarnos en la personalización del servicio abrazando la tecnología de avanzada y el análisis de datos. Estamos en la era digital y lo más normal es que contemos con tecnologías 4.0, lo que significa que nuestros profesores están a la vanguardia de la innovación pedagógica y son pioneros en la educación superior”.
Roncancio Rachid concluyó que la promesa de la institución es clara: formar a los estudiantes para que puedan enfrentar los desafíos profesionales de la actualidad, a través del desarrollo de las competencias que el mundo necesita, desde una mirada humanista.
*Contenido elaborado con apoyo de la Universidad de La Sabana