Para el desarrollo integral de los niños y jóvenes es importante preocuparse porque además de su desempeño académico, adquieran habilidades sociales, artísticas, culturales y emocionales. De esta manera contarán con las herramientas para enfrentar cualquier situación que se les presente a lo largo de su vida y fortalecer el pensamiento crítico, la comunicación efectiva y el liderazgo.

En Colombia, organizaciones como CoSchool contribuyen a incentivar la educación integral a través del modelo pedagógico Edumoción, que ha logrado vincular la educación con la emoción y la experiencia y abordar las diferentes dimensiones del aprendizaje: sentir, pensar, actuar y reflexionar. Henry May, CEO de CoSchool, aseguró que el aprendizaje socioemocional es algo que lastimosamente, por mucho tiempo, no fue una prioridad. Por eso, quisieron centrarse en temas como salud mental, sexualidad, primeros auxilios psicológicos, disciplina positiva y el uso de tecnologías en el aula.

“Nuestra plataforma busca formar a los docentes. Percibimos que falta apoyo para los profesores en el tema del aprendizaje emocional, tanto para ellos y su bienestar como para que puedan enseñar y formar a sus estudiantes”, precisó May. Además, agregó que el rol de los maestros no es simplemente hacer que sus estudiantes logren buenos resultados en los exámenes, sino que entiendan cómo pueden integrar esos aprendizajes.

Sexualidad sin tabú

En 2018, en la península de Barú, nació otra idea que busca contribuir a esa educación integral y abordar temáticas de las que se habla muy poco en las aulas: derechos sexuales y reproductivos, embarazo adolescente y menstruación. Así nació Poderosas, un proyecto con adolescentes entre los 13 y 20 años de comunidades vulnerables, que le apuesta a la formación en estos temas y que ha generado un impacto bastante significativo.

A pesar de que han pasado 27 años desde la expedición de la Ley General de Educación, en la que se establece la obligatoriedad de abordar la educación sexual en todas las instituciones educativas, solo el 17 por ciento ha implementado y desarrollado proyectos pedagógicos de educación para la sexualidad. Adicionalmente, el Índice Welbin confirmó que siete de cada diez colegios en el país no han capacitado a sus docentes en educación sexual, derechos humanos, sexuales y reproductivos.

Por eso, Poderosas finalmente se convirtió en una Fundación de Educación Integral para la Sexualidad (EIS). De acuerdo con Mariana Sanz de Santamaría, su fundadora, desde que comenzaron en marzo de 2021 han impactado a más de 5.000 jóvenes en 19 comunidades del país. El trabajo se ha hecho con adolescentes, jóvenes, hombres, población LGTBIQ+, mujeres adultas, líderes y lideresas en educación, gestores culturales y funcionarios de instituciones locales. También con población afrocolombiana, migrante y víctimas del conflicto armado.

Estudiantes más activos

Escuela Nueva es otra iniciativa que le apuesta a la educación integral. Vicky Colbert, cocreadora de este modelo educativo y su fundación, contó que el proyecto nació cuando en el país aún no se había universalizado la primaria. “La necesidad fue la madre de la innovación”, aseguró Colbert y recordó que en la década de los años treinta el gobierno colombiano adoptó oficialmente Escuela Nueva como modelo educativo y comenzó a implementar políticas públicas para su difusión y consolidación.

En la actualidad, Escuela Nueva es uno de los modelos educativos más extendidos en Colombia y ha sido reconocido internacionalmente por su capacidad para mejorar la calidad de la educación y promover la participación activa de los estudiantes en su propio proceso de aprendizaje. “Esto contribuye a una educación integral porque no se enfoca únicamente en lo académico sino en otras dimensiones. La mayoría de intervenciones académicas solo tocan la cabeza, pero una buena pedagogía integra el corazón y la acción”, aclaró.

El modelo de Escuela Nueva ha contribuido a fomentar la educación integral en el país. | Foto: Cortesía MinEducación

Educación multicultural

La Licenciatura en Etnoeducación de la Universidad Pontificia Bolivariana (UPB) se mantiene como el programa de educación superior que concibe la multiculturalidad como ruta hacia la formación de líderes en las regiones más apartadas de Colombia.

Según explicaron los docentes de la UPB Sandra Janeth Vélez Ramirez, Jorge Marín Maya y Adriana Álvarez Correa, la etnoeducación es otra de las propuestas que permite llenar vacíos del sistema educativo y que los estudiantes tengan una mirada integral de país, y desde lo territorial y cultural. Sandra Janeth Vélez Ramírez, Jorge Marín Maya y Adriana Álvarez Correa, docentes de la Universidad Pontificia Bolivariana (UPB), que tiene una Licenciatura en Etnoeducación, explicaron que a través de este programa se busca generar espacios de inserción para comprender el multiculturalismo. “Desde una visión holística del desarrollo, contribuye a la superación de la crisis ecológica, política, social, económica y educativa del país”, precisaron. De hecho, el programa ha tenido una muy buena acogida y ya suma más de 2.000 egresados.

Lea también: La revolución del aprendizaje: una empresa colombiana lidera el uso de Inteligencia Artificial en la educación