Estrategia 4x4 Llevar una alimentación sana y balanceada, mover el cuerpo para que tenga un gasto calórico significativo, cero consumo de tabaco y una ingesta reducida de alcohol. ¿Para qué? “En teoría implementar estos cuatro hábitos evita cuatro de las enfermedades crónicas no transmisibles de mayor impacto y prevalencia en el país. Son las costumbres más importantes para la salud física porque permiten prever la aparición del cáncer, afecciones respiratorias y cardiovasculares”, dice Helena Vélez Botero, psicóloga magíster en Prevención y promoción. Mantenerse activo e involucrarse en ámbitos que den placer e interés “Esto es clave para sentir que la vida vale la pena, genera felicidad y tranquilidad, e incluso tiene efectos positivos sobre la salud”, asegura José Iván Uribe, magíster en Psicología Clínica afiliado a la American Psychological Association (APA). Esto no significa que se deba estar sumergido todo el tiempo en temas laborales o realizar ejercicio sin parar. Más bien, hace referencia a tener la costumbre de nutrir la vida desde diferentes dimensiones y realizar actividades en diversos aspectos aislados del trabajo. “Es necesario pasar tiempo con la familia, los amigos y la pareja; tener hobbies y momentos de ocio; dedicarse a la formación constante sea o no académica; cuidar de la espiritualidad y la salud física; y encontrar momentos para uno hasta en cosas tan sencillas como pedir una cita médica”, complementa Uribe. Descansar Despojarse de culpas y tabús frente al hecho de desconectarse, tomar siestas o dormir varias horas. Es clave poner límites claros frente a cuánto tiempo deben ocupar las pausas, pero es más importante aun entenderlas como un hábito casi sagrado que va más allá del sueño. Incluye también tomarse con seriedad todos los espacios propicios para despejar la mente: tomar baños largos, ver televisión, leer un libro, conversar, ir al salón de belleza, ir a cine, salir a comer, tomar una copa de vino, etcétera. Cuidar y ayudar a otros “Da una sensación de utilidad y sentido. Muchas veces en el contexto clínico cuando un paciente es diagnosticado con depresión, parte del tratamiento es emprender actividades de ayuda hacia otras personas. Hacerlo genera una sensación de bienestar muy grande con uno mismo y ayuda a que los niveles de ánimo suban”, explica el especialista. Simplificar la vida
No emprender luchas innecesarias que van a implicar un mayor desgaste y no van a acarrear ningún beneficio. Por ejemplo, no formar pleitos en las vías cuando otro conductor cometa una imprudencia al ser consciente de que no se va a lograr nada y solo es un derroche inútil de energía. Es reconocer en qué situaciones, personas y lugares sí vale la pena involucrarse.