Cuando los usuarios del sistema financiero van al cajero automático, lo normal es que inserten su tarjeta, marquen la clave y guarden en el bolsillo el dinero dispensado a través de la ranura una vez realizado el retiro. Sin embargo, lo que muchos no saben es que hay todo un proceso que, con mucha anticipación, ha requerido planeación, ingeniería y coordinación, para hacer posible esa transacción.

Para entender cómo es todo el proceso, desde que se instala el cajero automático (o antes) hasta que se retira el dinero, SEMANA habló con los expertos de Servibanca, quienes le explicaron a este medio lo que incluye el proceso.

Lo primero que pasa: desde el área comercial de Servibanca, se inician los estudios de mercado, los análisis de los espacios y de las condiciones ambientales y de seguridad de los sitios, los cuales son presentados ante un comité de expertos para la aprobación de la instalación de una máquina, atendiendo de esta manera a las solicitudes recibidas de los interesados en contar con un cajero automático en sus instalaciones y en línea con la estrategia de Servibanca de tener la mayor cobertura posible para atender las necesidades de los usuarios.

Paso seguido, señaló el experto José Ignacio Mejia, Director de Logística de la empresa, se hace todo un estudio de factibilidad técnica del sitio donde se planea instalar el cajero automático y se tramitan una serie de permisos, ya sea con los propietarios del lugar o con las autoridades locales, para que se permita la instalación de la máquina.

Una vez se surte esta etapa, se traslada el cajero al sitio de instalación, en donde se hacen todas las obras necesarias y se instala junto con los demás elementos requeridos para su funcionamiento, los sistemas de seguridad, sistemas de comunicación y sistemas de monitoreo, “que nos describe en todo momento qué pasa con la máquina, a través de una central de monitoreo que funciona 24/7″, explicó Carlos Eduardo Paredes, del equipo de seguridad de la empresa.

Otro de los temas que se debe evaluar es la tecnología de las comunicaciones: se verifica la factibilidad, para confirmar qué proveedores de redes prestan sus servicios en el punto elegido. Es decir, si hay fibra óptica, radios, enlaces satelitales u otro tipo de conectividad, pues todo depende de la zona geográfica del país, destaca Marlon Estupiñán, profesional de la Gerencia de Servicios Tecnológicos.

Una vez está todo listo, se procede a conectar el cajero automático con los sistemas tecnológicos centrales de Servibanca, donde se procesan todas las transacciones de la red. De esta manera, cuando el usuario llega con su tarjeta a hacer la transacción, una vez la inserta, la máquina identifica a qué entidad emisora pertenece y, en cuestión de segundos, la central de Servibanca procesa la aprobación de la transacción. El cajero entrega el dinero, dejando el registro en el sistema.

Estos cajeros reciben tarjetas de las franquicias Visa y Mastercard, tarjetas privadas y también permite transacciones sin tarjeta originadas desde billeteras electrónicas o aplicaciones en celulares u otros dispositivos móviles. Todos los días se realiza un corte en el que se procesa para cada entidad emisora el grupo de transacciones de sus clientes y se generan órdenes de cobro y pago que determinan la compensación interbancaria entre las entidades.

Por último, vale señalar que estas máquinas electrónicas, operan las 24 horas del día, los siete días de la semana, por lo que se les hace un mantenimiento permanente para garantizar la prestación adecuada del servicio.