Reconocer las diferencias, aceptarlas y asegurar el respeto a las personas, independientemente de su raza, edad, características individuales y capacidades, contribuye a lograr una sociedad mucho más justa, equitativa y tolerante. Bajo esta filosofía, Colsubsidio viene implementando estrategias en todos sus servicios educativos de Bogotá y Cundinamarca, y en varias instituciones públicas, para impulsar la adopción de la política de educación inclusiva desde la primera infancia.
La inversión anual que hace la caja de compensación en programas orientados a la educación inclusiva desde la primera infancia, en la adecuación y mantenimiento de las sedes y en la cualificación y contratación de talento humano para garantizar el cumplimiento de los objetivos, asciende a 50 mil millones de pesos. Con estos recursos se garantiza la atención anual de más de 40 mil niños, impactando a 52 municipios de Cundinamarca y 12 localidades de Bogotá.
En jardines infantiles se viene trabajando con cerca de 10 mil niños y niñas menores de cinco años en Bogotá y Cundinamarca, quienes hoy reconocen otras realidades, tratan a sus compañeros como iguales y logran una convivencia respetuosa dentro de las aulas. Un esfuerzo que ha permitido la participación de más de 900 niños y niñas en condición de discapacidad, de los cuales el 90 por ciento han pasado del jardín al colegio de una manera armoniosa para continuar con su proceso educativo.
La otra línea que trabaja Colsubsidio es la educación con población indígena, mediante un proyecto denominado Ainanocan, que significa ‘desde el corazón’ en la lengua Kamsá. Se desarrolla en 145 colegios distritales de Bogotá a través de un convenio con la Secretaría de Educación, en el que se articula con 14 cabildos indígenas que están en la ciudad.
En estos colegios se atienden más de 700 niños y niñas pertenecientes a comunidades indígenas, donde se valoran sus prácticas ancestrales, se promueve el sentido de pertenencia por sus culturas y se garantiza que reciban nuevos conocimientos, sin perder los saberes y la cosmovisión de sus pueblos. Se cuenta con docentes contratados pertenecientes a las diferentes comunidades, y se garantiza la formación y acompañamiento de más de 429 agentes educativos que están en los colegios distritales desarrollando el modelo. Esto ha permitido que por lo menos el 96 por ciento de estos niños permanezcan en el sistema educativo distrital.
Paola Andrea Londoño Borrero, jefe de la sección de educación inicial de Colsubsidio, explicó que “El reto diario es lograr la participación real de los niños y niñas para que comprendan las nuevas realidades y celebren la diversidad en todas sus formas”.
Estos proyectos de responsabilidad social vinculan a las familias de los niños y niñas para favorecer nuevas miradas en la sociedad frente a las oportunidades de la inclusión educativa. Además, apoyan el acceso a otros servicios que ofrece el Distrito y los entes territoriales para la atención a población con discapacidad. La meta es extender estos programas y continuar fortaleciendo el trabajo con la población de las zonas rurales de Bogotá y Cundinamarca, logrando así que el modelo sea sostenible, en favor de la apuesta por una educación equitativa y de calidad