Más allá de las estadísticas, la emergencia sanitaria por el Coronavirus ha trastocado el diario vivir de grandes y chicos por igual, quienes se han visto obligados a desconfiar de la seguridad que, hasta hace no mucho tiempo, proveían entornos tan cotidianos como los parques, las escuelas, las reuniones familiares o, incluso, el mismo hogar.
Paula Barrero, comunicadora social y madre de una niña de cuatro años, cuenta que el confinamiento no ha sido nada fácil para su hija. “Dejar de ver a sus profesores en el jardín, a sus compañeros y hasta a algunas personas de la familia ha sido un choque que ha afectado su comportamiento. Lo he notado en las pataletas que tiene ahora por cosas insignificantes, en la dificultad que tiene para quedarse dormida a su hora habitual o en el miedo que dice sentir en las noches, y por el cual ha empezado a querer dormir conmigo, cuando antes era una niña independiente en ese sentido”.
Y es que los niños han sido especialmente sensibles a los profundos cambios que ha traído consigo el covid-19; no por nada organizaciones mundiales como la Unicef los ha llamado “las víctimas ocultas de la pandemia”.
Los efectos de la pandemia
Como lo explica Margarita Ahumada Gutiérrez, magíster en Psicología Clínica y docente de la Universidad Nacional Abierta y a Distancia (Unad), “los niños pasaron de estar con sus compañeros de colegio a estar confinados en casa, recibiendo las clases a través de una pantalla. Por lo tanto, las implicaciones de la pandemia en los menores están asociadas, principalmente, a su desarrollo social y emocional”.
De igual manera, expertos en desarrollo infantil están alertando sobre la disminución de la actividad física en niños y una mayor exposición a ambientes estresantes, entre muchos otros efectos que, en últimas, repercuten directamente en su desarrollo integral.
Programas de atención integral
Ante el desafío de continuar propiciando el desarrollo de niños y niñas en el país, entidades como las Cajas de Compensación Familiar han venido intensificando, fortaleciendo y adaptando diferentes acciones y programas orientados a favorecer la calidad de vida de los menores.
Compensar, por ejemplo, que tiene más de un millón de niños, niñas y adolescentes afiliados (entre caja y salud), además de la población menor no afiliada a quienes extiende el impacto de su gestión por medio de diversas estrategias; migró a la virtualidad muchos de los servicios que prestaba presencialmente, con la creación de una oferta ‘online’ de cursos deportivos, formativos y recreativos dirigidos exclusivamente a los más pequeños, registrando alrededor de 199.000 usos o actividades virtuales entre abril del 2020 y marzo del 2021.
Así mismo, la entidad mantuvo en curso los programas de Atención Integral a la Niñez y Jornada Escolar Complementaria que desarrolla en convenio con la Secretaría de Educación Distrital, implementando nuevas metodologías pedagógicas que permitieron beneficiar a cerca de 31.000 niños y niñas en el 2020. Dentro de las iniciativas puestas en marcha se destaca el diseño e implementación de una ruta pedagógica con estrategias y mecanismos flexibles, los cuales permitieron diversificar los contenidos educativos con un tránsito exitoso de la modalidad presencial a la multimodal o mediada por las tecnologías. Lo anterior permitió que el cuerpo docente de Compensar realizara más de 11.400 experiencias pedagógicas en el 2020, fortaleciendo así los procesos de desarrollo de los niños, con la participación de sus familias.
“Hemos dirigido grandes esfuerzos para estar presentes en los hogares de los niños y, a través de lo que hemos denominado ‘Estrategia de Acompañamiento’, diseñamos programas virtuales con actividades de carácter académico y otras recreativas y deportivas”, comenta Margarita Áñez Sampedro, directora de la Unidad de Bienestar y Desarrollo Social de Compensar.
Por otra parte, adaptó el Programa de Alimentación Escolar que desarrolla también en articulación con la Secretaría de Educación Distrital, entregando el año pasado 5.680.000 bonos de alimentación y 152.000 paquetes alimentarios para preparar en casa. ”De la mano de la Secretaría de Educación reinventamos el PAE, de tal manera que mantuvimos la alimentación para los más pequeños al igual que el empleo de todos quienes trabajan en las cocinas y comedores del Distrito. Con los bonos de alimentación no solo comen los niños, sino también sus familias”, asevera Margarita Áñez.
Niños más saludables
En respuesta a los retos que trajo el covid-19 en materia de salud, Compensar migró su sistema de atención a canales multimodales; tanto atención telefónica como por videollamada (teleconsulta), la cual se fortaleció en este último año.
Además, cabe destacar que, a lo largo del 2020, por medio de los programas de promoción y prevención en salud, la entidad benefició a más de 30.000 niños y niñas entre los 0 y 11 años.
Sumado a ello, Mauricio Serra Tamayo, director ejecutivo de Compensar EPS explica “desde hace un tiempo atrás, hemos trabajado en la articulación de las estrategias de la caja con las de salud, conformando un gran ecosistema de bienestar con múltiples beneficios para los niños y sus familias”.
Una muestra de esta visión integral se ve reflejada en el programa “Corazones Valientes”, dirigido a población vulnerable, a través del cual se complementa la atención asistencial con el desarrollo de actividades recreativas, educativas y deportivas, para beneficiar a más de 500 niños que padecen enfermedades huérfanas o discapacidades cognitivas – congénitas o fragilidades secundarias a la prematurez, así como enfermedades respiratorias a repetición. De igual manera, por medio de sus Centros de Bienestar Integral, Compensar configura planes de bienestar y salud para pacientes con patologías priorizadas, entre ellos, población infantil.
“En Compensar creemos que la salud es un aspecto fundamental para asegurar el bienestar integral, pero la salud va más allá de la ausencia de la enfermedad, pues para estar bien las personas requieren un equilibrio físico, mental, emocional y fortalecer sus capacidades para asumir los constantes desafíos de la vida”, concluyó Serra.