La mayor innovación, luego del frío, para conservar los alimentos fue sin duda el sistema de Tetra Pak. Se dio en 1952 en Suecia en la empresa que lleva su mismo nombre. Pero no se trata solo de un empaque, detrás de esta forma de conservar los alimentos está un proceso llamado ultrapasteurización. Y es que antes de que se inventara este método, ya se usaba la pasteurización, que consiste básicamente en poner la leche a calentar a 70 grados centígrados durante 20 segundos. Esto hace que se mueran los gérmenes que hacen daño al ser humano, sin embargo, sobreviven las bacterias que descomponen el alimento.Con Tetra Pak nació la ultrapasteurización, que consiste en poner la leche a calentar a una temperatura de 140 grados centígrados durante cuatro segundos. Esto, además de matar los gérmenes dañinos para las personas, también evita que el alimento se descomponga. Pero no basta solo con eso. Si lo que se quiere es conservarla por mucho tiempo a una temperatura ambiente, sin necesidad de refrigeración, debe empacarse en un envase aséptico. Es decir, una caja que tiene seis capas hechas en polietileno, cartón y aluminio. Esta es la mejor barrera contra el oxígeno y la luz que pueden afectar la integridad de los alimentos.Ese fue el gran invento que llevó a Tetra Pak a expandirse por el mundo entero rápidamente. A Colombia llegó en 1992, por la época de la apertura económica del gobierno de César Gaviria. Y pudo entrar hasta ese entonces porque de nada le hubiera servido enviar sus empaques desde otro país, si no podía traer las máquinas de procesamiento y llenado de la leche. Aunque llegó en uno de los momentos más difíciles que enfrentó Colombia: el apagón. El racionamiento de energía era propicio para que los consumidores lograran tener acceso a productos tan delicados como la leche sin requerir cadena de frio.
En 1997 se construyó la primera planta de producto semiterminado. Es decir, el rollo de papel venía de afuera y en Colombia solo se imprimía. Pero eso no duró mucho tiempo. Por una decisión estratégica, se enfocaron en traer los equipos de procesamiento y de envasado para instalarlo en las plantas de sus clientes, mientras que el papel venía de afuera.Esta empresa genera en Colombia 140 empleos directos, más de 2.800 indirectos, y en los últimos tres años ha invertido US$23,5 millones en tecnología instalada en las plantas de sus aliados comerciales. Dentro de su portafolio de clientes están las empresas productoras de alimentos y bebidas en categorías como lácteos y jugos. Eso sin contar a las industrias licoreras que encontraron en Tetra Pak a un aliado tecnológico para evitar flagelos como la adulteración.“Generamos valor agregado a los clientes inyectando innovación y proporcionando conocimiento a través de capacitaciones, información de tendencias de las categorías a nivel mundial y la presentación de casos de éxito. Gracias a esto, ellos han logrado lanzar al mercado en los últimos años más de 50 productos nuevos en envases de Tetra Pak que dinamizan la industria alimenticia y la invitan a migrar a procesos y productos verdes, al igual que a producir alimentos de calidad cada vez más saludables”, dice Eliseo Barcas, director general de Tetra Pak de la región andina.Ha sido tanto el entusiasmo de la industria nacional por Tetra Pak, que desde 2011 Colombia se convirtió en la oficina principal para la región andina. El director general y la mayoría de su equipo directivo operan en el país y atienden mercados como Bolivia, Ecuador, Perú y Venezuela. SEGURIDAD ALIMENTARIA La seguridad alimentaria es uno de los desafíos que más ejerce presión en la industria de alimentos. Para el caso de Tetra Pak, ese ha sido el motor de la innovación, pues con la tecnología que desarrollan pueden llevar alimentos a los rincones más apartados de los países en los que tienen presencia, sin necesidad de una cadena de frio. Y así lo hacen desde hace 55 años al ser aliados de los programas de alimentación infantil en 58 países donde suministran diariamente leche u otras bebidas nutricionales a más de 72 millones de niños.
También están presenten en los programas de alimentación escolar. Es tal el compromiso con este tema que hace más de 50 años creó la oficina de Alimentos para el Desarrollo como una dependencia propia, y es la encargada de conversar con gobiernos, agencias de cooperación, organizaciones de financiación y ONG en todo el mundo para generar alianzas que permitan abordar de mejor manera el desafío de la seguridad alimentaria a nivel mundial. Ese trabajo no se concentra solamente en la entrega de leche, incluye además la asistencia técnica. “La importancia de los programas de leche escolar es doble porque ofrecen beneficios de salud y educación, y también son un catalizador fundamental para el crecimiento económico, la transferencia tecnológica y la creación de empleo local”, sostiene Barcas. TECNOLOGÍA DE PUNTAEsta empresa se inventó una forma de mantener los alimentos sin necesidad de refrigeración hace más de 60 años, y ese espíritu innovador se mantiene. Recientemente desarrolló la tecnología Tetra PlantMaster, la cual permite entregarle a cada caja de leche o de jugo un código único de diez dígitos que actúa como el ADN del empaque, donde se encuentran 177 datos de calidad y 127 de proceso con los que se puede hacer un seguimiento individual a cada envase. Es decir, con esta herramienta se puede conocer información de origen de las materias primas, controles de aseguramiento de calidad y parámetros de procesamiento y llenado. “Los productores de alimentos pueden recoger y compartir información sobre la trazabilidad de manera fácil y entendible, no solo para los entes reguladores y gubernamentales, sino para los consumidores”, señala Barcas.
Y es que en un mundo en el que el consumidor es cada vez más informado, este tipo de herramientas son valoradas. Pero hay más, en su relación con sus clientes, Tetra Pak desarrolló en alianza con Microsoft, unas gafas que parecen salidas de una película de ciencia ficción. Lo hizo para solucionar las dificultades que se presentaban a la hora de prestar asistencia remota desde la casa matriz. Un operario de una máquina en Colombia y un experto en Suecia están conectados con estas gafas, casi a nivel telepático, y así todo es más fácil. APROVECHAMIENTO Las cajitas no terminan su vida útil en el consumo. El polietileno, el cartón y el aluminio son aprovechados para producir aglomerado, con el que se pueden hacer mesas, sillas y hasta casas. En los últimos dos años la empresa ha logrado reciclar más de 1.200 toneladas de envases, y para eso ha invertido US$643.000 en el fortalecimiento de cinco plantas de reciclaje en Bogotá, Cali, Medellín y Cartago. También un rubro de US$414.000 en educación ambiental de los consumidores.
Tetra Pak se trazó como objetivo aumentar la tasa de reciclaje hasta alcanzar el 40% en 2020, reducir 40% las emisiones de gases de efecto invernadero de sus propias operaciones para 2030, y garantizar que todos los componentes del envase se extraigan de materiales renovables para el año 2020. Esto la ha convertido en una de las compañías en la industria del envasado de alimentos en tener aprobadas sus metas de reducción del impacto climático por la iniciativa Science Based Targets.La empresa trabaja en todo el país de la mano de autoridades locales como la Uaesp, para liderar campañas de concientización. Gracias a estas iniciativas, han impactado a más de 8 millones de consumidores y a más de 2.500 recicladores en Bogotá, Cali, Medellín y su Área Metropolitana, Pereira, Chía, Valle del Cauca, Eje Cafetero y Cundinamarca.La primera infancia también está incluida en este esfuerzo por sensibilizar a la sociedad sobre la importancia del reciclaje como factor clave para el cuidado del medioambiente. Desde 2017 diseñó, a partir del reciclaje de sus envases, una ecoatracción llamada ‘Casita de los sueños’, con la que hace campañas en los principales centros comerciales de Bogotá, Cali y Medellín.
De esta manera Tetra Pak cumple 25 años en Colombia con una hoja de ruta clara que se puede definir en tres ejes: acompañar a la industria local de alimentos y bebidas para que alcance su mayor potencial; contribuir con la seguridad alimentaria y la alimentación escolar trabajando con las autoridades nacionales, locales y organizaciones no gubernamentales. Y, por último, reducir el impacto en el medioambiente con el desarrollo de nuevas tecnologías de producción, pero además, con un agresivo programa de reciclaje.