Catorce años tuvo que esperar Elaine Pérez para tener a su hijo en brazos luego de un exitoso tratamiento de fertilidad en Pereira. “Cuando vi el resultado de la prueba positiva que confirmaba lo que en el fondo de mi corazón ya sabía fue algo increíble. Este bebé era tan anhelado por mí, mi esposo, mi familia y hasta por mis compañeros de trabajo”, recuerda esta médica pediatra de República Dominicana, quien durante mucho tiempo vió en sus pequeños pacientes a los hijos que no había podido tener.
El problema de infertilidad de Elaine es el mismo que padecen en el mundo 48 millones de parejas y 186 millones de personas, según la Organización Mundial de la Salud (OMS). Hoy en día, la OMS estima que cerca del 17,5 por ciento de los adultos, o uno de cada seis, presenta infertilidad en algún momento de la vida. Por eso, las enfermedades asociadas ya son consideradas un problema de salud pública.
Para Elaine, lograr un embarazo luego de cuatro inseminaciones y dos tratamientos in vitro fallidos que prácticamente le arrebataron la esperanza de convertirse en madre, tuvo que ver con la calidad de la atención que recibió de parte del doctor Carlos López, un especialista del Instituto de Fertilidad Humana InSer, en Pereira. Hoy, este renombrado médico acumula 19 años de experiencia y un récord de éxitos en sus tratamientos.
“Llegué referenciada por una de mis pacientes. Con el doctor Carlos tuvimos un par de consultas web y fue tal la seguridad, la certeza y la confianza que nos transmitió, que al mes estábamos en Pereira encontrando la solución a una enfermedad que durante años me habían dicho no tenía cura”, cuenta Elaine, quien luego de una cirugía laparoscópica por unos miomas y una primera fertilización in vitro salió felizmente embarazada. Hoy, goza de la compañía de un pequeño de mes y medio llamado Jesús Zabdiel, que en hebreo significa regalo de Dios.
El doctor Carlos López atiende pacientes de Colombia, Estados Unidos, Canadá, Europa, el Caribe, Centro y Sudamérica que llegan a su consulta con la ilusión de superar la infertilidad. “Aunque el costo de un tratamiento en una clínica de fertilidad en Colombia representa alrededor del 20 por ciento de lo que vale en otros países, y el dinero incide en la decisión de venir hasta una ciudad como Pereira, cuando los pacientes ven una luz y se llenan de esperanza, el aspecto financiero pasa a un segundo plano”, señala el especialista.
Sus casi dos décadas de experiencia le han enseñado que la carga emocional de no poder tener un hijo es enorme. “Cuando comenzamos el tratamiento con una futura familia de cierta forma nos convertimos en su soporte emocional, porque no es fácil para nadie haber intentado muchas veces quedar en embarazo y no lograrlo”, indica López. Y agrega que siempre existe una atención especial, un enfoque humano de parte suya y de todo su equipo hacia las parejas que muchas veces sienten frustración y desilusión. “Nos preocupamos porque los pacientes entiendan que aunque la infertilidad no está bajo su control, mediante la ciencia podemos asistirlos para que puedan cumplir el sueño de tener un hijo”.
El acompañamiento del doctor López se da a través de tratamientos como inseminación artificial, donación de semen, fertilización in vitro, donación de óvulos, subrogación uterina, estudios genéticos en embriones y cirugía mínimamente invasiva, procedimientos que según aclara, requieren de mucha paciencia, perseverancia, fe y, sobre todo, repetición.
*Contenido elaborado con apoyo del doctor Carlos López