Bruno es un arroyo que nace en la parte alta de la Serranía del Perijá, dentro de la Reserva Forestal Montes de Oca, y recorre 22 kilómetros desde su nacimiento para atravesar los municipios de Maicao y Albania en La Guajira. En 2017, 3,6 km de su cauce fueron modificados, 700 metros hacia el norte. De acuerdo con Luis Madriñan, gerente de Gestión Ambiental de Cerrejón, “La modificación nace y termina en la misma cuenca y busca proteger este cuerpo de agua”, detalló.

Desde entonces expertos nacionales e internacionales, además de autoridades ambientales, han llegado al lugar para constatar el impacto de esta intervención. A la fecha, los observadores coinciden que Bruno está vivo, lleno de peces, funciona hidrológicamente y está activo ecológicamente. En uno de esos recorridos, Fernando Trujillo, director científico de la Fundación Omacha, valoró el caso de Bruno como una experiencia que vale la pena documentar para que se puedan aplicar en otros proyectos mineros los mismos protocolos minuciosos y detallados de los cuales es objeto este arroyo de forma periódica.

Desembocadura del arroyo Bruno al río Ranchería, tras su paso por Cerrejón. Uno de los mitos en torno a ambos cuerpos de agua es que en este punto ambos desaparecieron. | Foto: Martha C. Uribe

“Cada tres meses se hacen monitoreos de biodiversidad y vegetación; y cada semana de caudales, piezómetros, entre otros. Todos los datos que han sido necesarios para demostrar científicamente que Bruno está funcionando”, explicó Madriñan. Antes de su intervención, en los años 80, Bruno pasaba por una finca ganadera llamada La Holandesa. De hecho, la mayor área del polígono minero de Cerrejón estaba ocupada por potreros al inicio de la operación. Hoy en cambio hay bosques. Por cada árbol que se intervino se sembraron 10.

“De las acciones más importantes fue la compra y entrega a la corporación Corpoguaijra, de las áreas donde nace arroyo Bruno, las cuales hemos podido ayudar a restaurar y así, al asegurar el nacimiento, podremos asegurar la vida del arroyo”, precisó el gerente de Gestión Ambiental de la empresa.

Además, el avistamiento de jaguares en las áreas protegidas por Cerrejón dan cuenta del buen estado de conservación de este ecosistema, y principalmente de sus ríos y arroyos. A través de cámaras trampa se han registrado en el corredor biológico que la empresa viene conformando entre la Sierra Nevada de Santa Marta y la Serranía del Perijá, ocelotes, pumas, venados, saínos y guartinajas, entre otras especies. Todos estos datos son públicos y pueden ser consultados en línea en el SIB Colombia.

Río Ranchería

Bruno es un afluente del río Ranchería, otra corriente natural de agua que pasa por Cerrejón y desemboca en el mar Caribe. Ambos han estado bajo la lupa por la problemática que entorno al agua potable se reporta principalmente en la Alta La Guajira (donde la minera llega con el recurso con una iniciativa propia que llamó Tren de Agua). Al igual que como ocurre con Bruno y con el resto de los arroyos, la empresa tampoco usa el agua del río para la extracción de carbón.

El Milagro es una de las comunidades ubicadas aguas abajo de la operación minera que puede dar testimonio de la presencia en la zona de cultivos de maíz, yuca, cebolla y plátano; de los cuales dependen los hijos, nueras y nietos de Rosalba Bonivento Epiayu. “Aquí el problema no es el agua”, advirtió esta líder wayúu.

Mitos y realidades

1.- Mito: Cerrejón usa agua de ríos y arroyos para sacar carbón.

Realidad: Cerrejón no usa agua de ríos ni arroyos para las actividades de extracción de carbón. De hecho, el 93 por ciento del agua que se usó en 2022 no era apta para el consumo humano, animal ni agrícola.

Cerrejón no extrae agua de fuentes naturales para las actividades que involucran al carbón. | Foto: Cortesía Cerrejón

2.- Mito: Está acabando con el río Ranchería

Realidad Los monitoreos del IDEAM demuestran que el caudal del río Ranchería aumentó, en promedio, un 39 por ciento en los últimos siete años.

El caudal del río Ranchería aumentó, en promedio, un 39 por ciento. | Foto: Cortesía Cerrejón

3.- Mito: El arroyo Bruno está a punto de desaparecer.

Realidad: El arroyo Bruno sigue fluyendo de manera similar a como lo hacía antes del desvío. En 2022 y durante 2023 ha fluido de manera permanente.

El flujo del arroyo Bruno no ha presentado cambios drásticos después del desvío. | Foto: Cortesía Cerrejón

4.- Mito: La calidad del aire alrededor de la mina está contaminado.

Realidad: El material particulado es monitoreado por 17 estaciones, en zonas cercanas a la operación, 24/7. El ciento por ciento de las estaciones reportó en 2022 el cumplimiento de la normatividad colombiana de calidad de aire. En un día promedio, esta es mejor que la de ciudades como Bogotá o Medellín.

Todo el día, el material particulado es monitoreado por 17 estaciones, en zonas cercanas a la operación. | Foto: Cortesía Cerrejón

5.- Mito: La empresa amenaza la disponibilidad de agua para las comunidades.

Realidad: Además del manejo responsable del agua de ríos y arroyos, la empresa lleva agua a las comunidades. Desde 2014 hasta hoy, ha entregado más de 278 millones de litros de agua potable a comunidades de su área de influencia.

Desde 2014 se han podido entregar más de 278 millones de litros de agua potable. | Foto: Cortesía Cerrejón

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