“Nuestro trabajo lo realizamos en función de los usuarios y de sus problemas, y para lograrlo ponemos a la innovación en el centro de todo”. Con esta afirmación, Santiago Covelli, CEO de Lulo bank, ratificó lo que se ha venido hablando desde hace un tiempo: el mundo necesita empresas que hagan cosas diferentes y que estén dispuestas a ir más allá del beneficio propio. Hoy, quienes generan valor compartido tienen el camino abierto para llegar exitosamente a nuevos nichos de consumidores.
Según Covelli, desde hace cuatro años, cuando se empezó a gestar la idea de crear un banco, se tuvo presente el objetivo de romper las reglas, de ser disruptivos para redefinir lo que se considera normal en el sistema financiero. “Y esa innovación, que proviene desde la misma forma en cómo trabajamos dentro de la organización, nos obliga a no pensar qué nuevo producto le vamos a vender al cliente, sino a ver el panorama desde otra óptica. En Lulo analizamos lo que realmente necesitan las personas, cuáles son sus ‘dolores’, para llegar con soluciones que de verdad ofrezcan un valor agregado”, precisó.
La meta de este banco, que actualmente es el único ciento por ciento digital autorizado por la Superintendencia Financiera, es demostrarles a los colombianos que la banca no tiene por qué ser un mal necesario. “Es un reto gigante para nosotros, para el producto, exceder las expectativas de los usuarios, pero hoy, un año después de haber entrado en operaciones, podemos decir que creamos un impacto tangible, directo en las personas”, explicó Covelli.
Lo mismo, pero diferente
Actualmente Lulo bank tiene un portafolio compuesto por la Lulo Cuenta, que funciona como cuenta de ahorros; el Lulo Crédito, que hace préstamos de libre inversión, y los bolsillos, que les permiten a los usuarios ahorrar para ciertas metas. Aunque pareciera que estos productos son más de lo mismo, lo cierto es que están lejos de ser iguales a los de la banca tradicional.
“En Lulo la cuenta de ahorros sí renta, y tratamos que desde el primer día se le devuelva al usuario lo que más se pueda. Eso es algo que no pasa en una cuenta tradicional, donde no se percibe ningún valor agregado”, dijo Natalia Jiménez, vicepresidenta de Producto de Lulo. En el caso de los créditos, la solicitud se hace en su totalidad a través de canales digitales, no requiere documentación diferente a la cédula, se otorga en cuestión de minutos, “y quien en ese momento no es apto para el préstamo recibe una retroalimentación para que pueda apropiarse de sus finanzas”, aseguró la vicepresidenta de Producto.
La innovación en Lulo se evidencia en la simplicidad de sus procesos, su plataforma intuitiva y la manera en cómo se relacionan con los clientes. “La personalización de los productos, el uso de la tecnología y los datos para que los usuarios puedan tomar mejores decisiones, y las tasas de rentabilidad y devolución del cashback, son propuestas de valor únicas que ningún otro banco tiene en el país”, explicó Covelli, quien concluyó que Lulo es un banco que a diario se construye con los usuarios y que garantiza una experiencia igual para todos.
*Contenido elaborado con apoyo de Lulo bank