¿Qué tan comprometidas están las empresas en Colombia con la sostenibilidad?
CARLOS HERRERA: El compromiso del sector productivo con la sostenibilidad no solo ha crecido, hoy es parte central del negocio. El tema pasó de una oficina dedicada a asuntos ambientales a ser clave en la estrategia de las empresas, con una amplitud de temáticas que mantienen el enfoque ambiental y se complementan con temas sociales y de gobernabilidad, orientados desde la junta directiva y los máximos directivos de cada compañía. Un reflejo de ello es la pluralidad de metas y el interés por incorporar más temas en la agenda y reportar resultados.
¿En qué beneficia a las organizaciones liderar este tipo de iniciativas?
C.H.: Las acciones sostenibles permiten identificar los impactos que produce el negocio, con lo que pueden tomarse medidas de prevención, corrección o compensación. Pero también contribuye al uso eficiente de los recursos naturales, haciendo más productivas las empresas. Además, anticipa requerimientos legales y sociales; fideliza a los empleados; abre oportunidades de mejorar las actividades empresariales, y consolida nuevos negocios. Así mismo, responde a las preocupaciones de los consumidores, y permite en muchos casos tasas financieras más bajas y pólizas de seguros más baratas. Finalmente, aporta a mejorar el ambiente, las condiciones sociales en su entorno y al logro de las políticas públicas e iniciativas internacionales en sostenibilidad.
¿Cuáles son los principales logros en el país?
C.H.: Colombia tuvo el primer Código de Recursos Naturales en los años setenta. Desde ese momento las empresas han adelantado acciones y estrategias que se han sofisticado con el paso del tiempo. Hay avances destacados en diversos sectores, por lo que citar unas dejaría muchas iniciativas sectoriales por fuera. Sin embargo, los logros se centran en temas como: una matriz energética limpia, en dónde cada día se incrementa la participación de fuentes renovables y se reduce la huella de carbono del país. También se destaca la más importante iniciativa de economía circular de América Latina, con resultados significativos en el cierre de ciclo de residuos, envases y empaques, electrónicos, llantas, baterías y en productos como papel, cartón, vidrio, metales, plásticos y parcialmente escombros. Esto se refleja en los siete programas que impulsa hoy la Andi: Visión 30/30 y el Grupo Retorna, que cuentan con 483 empresas participantes, que han invertido en la última década más de 178.000 millones de pesos y aprovechado más de 550.000 toneladas de residuos que han sido materia prima de nuevos procesos.
Lea también: Innovación, una de las claves para lograr empaques más sostenibles
¿Cómo ha sido esa contribución para el cumplimiento de los ODS?
C.H.: También hay iniciativas para mejorar la calidad del ambiente, evitando o reduciendo las emisiones a la atmósfera, vertimientos y gestionando residuos peligrosos. En este contexto Colombia fue premiada por la ONU como uno de los tres países, en vía de desarrollo, con mejores resultados en el control de los gases que dañan la capa de ozono. Además, hay dos frentes centrales en las agendas empresariales: la descarbonización y la protección de la biodiversidad, con múltiples iniciativas. En cuanto al cumplimiento de los ODS, si bien muchos de ellos deben ser liderados por el Gobierno, las empresas están comprometidas con su consecución, adelantan acciones y miden su contribución. De acuerdo con el DNP, en general hay que mejorar el ritmo de cumplimiento porque frente a las metas de 2030 el avance era del 60,2 por ciento en 2022.
¿En dónde han identificado los grandes desafíos?
C.H.: Las empresas deben cumplir un papel activo y de liderazgo para contribuir con respuestas a escala frente a los grandes desafíos planetarios que se centran en temas ambientales, ajustar el modelo económico basado en la disponibilidad limitada de recursos naturales a partir de la práctica de una economía circular, y temas sociales que incluyen reducir la pobreza y la desigualdad, la diversidad, el tema de género, la inclusión social y la promoción de los derechos humanos. La sostenibilidad es una forma inteligente de crear valor en el largo plazo para las empresas, las partes interesadas y la naturaleza. Enfrentar los desafíos planetarios ofrecerá nuevas oportunidades de negocios y de crecimiento, desconocer la urgencia y aplazar acciones necesarias es una forma de rezagarse y tendrá consecuencia en la preferencia de los clientes, los financiadores y los empleados. Apostar a la sostenibilidad hará más eficientes, innovadoras e inclusivas a las empresas y facilitará el trabajo con el Gobierno y los grupos sociales.
Contenido relacionado: ¿Pueden las ciudades colombianas proteger su patrimonio cultural y ser sostenibles a la vez?