John Maya ha cumplido el sueño de muchos. En 1980 este ingeniero eléctrico de la Universidad Pontificia Bolivariana entró a EPM para realizar sus prácticas. Hoy, 40 años después, y luego de pasar por varios roles, lidera el rumbo de la compañía en un entorno con varios desafíos como la transición energética. La mayoría de su experiencia profesional ha sido en el sector público, así que entiende muy bien lo que implica: una constante vocación de servicio.

Usted ha tenido la oportunidad de ocupar diversos cargos en la compañía, incluso fue en donde hizo sus prácticas, ¿qué significa para usted EPM?

JOHN MAYA: EPM ha marcado mi vida profesional y personal. Para mí es sinónimo de servicio a la comunidad y de desarrollo para los territorios. Durante muchos años tuve la oportunidad de recorrer los caminos de Medellín y Antioquia llevando los servicios públicos y ver la emoción de la gente cuando puede acceder al agua, la energía y el gas natural es muy satisfactorio, porque transforma sus vidas. Eso es EPM, estar ahí, con la gente, trabajando por su bienestar. A su vez, EPM como promotor de desarrollo, aporta a la dinamización de la economía, la generación de empleo, la educación de los jóvenes, la construcción de infraestructura para el encuentro comunitario y la transferencia de recursos que contribuyen a la realización de programas sociales.

¿Alguna vez pensó en que llegaría a dirigirla?, ¿qué cree que lo hizo posible?

J.M.: Más que pensar en dirigir la organización siempre busqué ayudar, servir y contribuir a gestar iniciativas que redundaran en el bien común. Con el paso de los años uno va adquiriendo experiencia, asumiendo retos y sacando adelante proyectos que le permiten visualizar una gestión. Mi paso por EPM ha sido de trabajo comprometido con la comunidad y con los funcionarios. Creo que ese compromiso sumó para llegar a la dirección de EPM.

¿Qué tanto han cambiado los desafíos de la compañía con el paso del tiempo?

J.M.: Han cambiado los retos, pero EPM ha evolucionado a la par de las necesidades de la comunidad, gracias al talento de sus funcionarios y la innovación continúa. La empresa ha sido pionera en el país en tecnologías y prácticas que le han permitido mantener su liderazgo y su aporte a la sociedad. El reto común es el servicio a la gente, a su bienestar y al desarrollo de los territorios. Como dice nuestro propósito superior: “contribuir a la armonía de la vida para un mundo mejor”.

¿Cuál es el mayor desafío de EPM hoy?

J.M.: EPM y nuestro grupo empresarial enfrentan diferentes retos a escala local, regional y global. La transformación de los servicios públicos, la transición energética, el cambio en los hábitos de consumo de la gente, los escenarios macroeconómicos cambiantes son algunos de estos retos. El Grupo EPM afronta desafíos con una ambiciosa apuesta de crecimiento, enfocada en la innovación como capacidad estratégica, cuyo propósito es que generemos bienestar y desarrollo sostenible con soluciones ágiles en servicios públicos.

John Maya, gerente general de EPM, durante el acto de bienvenida al cargo. | Foto: mao macias

¿Qué significa EPM para Antioquia y para el país?

J.M.: EPM para Antioquia ha sido un motor de desarrollo. Los servicios públicos son fundamentales para la calidad de vida y salud de la gente. Por ejemplo, haber llevado la energía a las zonas más apartadas del departamento a través de la electrificación rural le permitió a la gente ganar tiempo para estudiar, sus actividades laborales, familiares y sociales, o conectar el gas en 121 poblaciones de 92 municipios antioqueños, la gran mayoría por gasoducto virtual, representa un aporte a la canasta familiar, al ser un energético económico y seguro. El cuidado ambiental también ha sido otro de los grandes aportes de EPM para la conservación del recurso hídrico. Para Colombia estamos en varias regiones con los mismos principios fundacionales de EPM a través del Grupo EPM.

¿Cuál cree que es el mayor logro de EPM hasta ahora?

J.M.: Servir a la gente y, a través de sus servicios públicos domiciliarios, contribuir a la transformación de la vida de millones de personas con servicios públicos de calidad.

Usted ha tenido la oportunidad de trabajar tanto en el sector privado como en el público, ¿cuál es la gran diferencia?

J.M.: El sector privado es más ágil a la hora de tomar decisiones e implementar soluciones. El sector público es un poco más lento por la cantidad de requisitos que hay que surtir.

¿Qué legado le gustaría dejarle a la compañía?

J.M.: El trabajo honesto y el servicio que se refleja en el bienestar de la gente. Una organización sólida, sostenible e innovadora que mire al futuro. Con indicadores de calidad del servicio más altos y con más personas disfrutando de ellos.

¿Cuál es su consejo para los líderes jóvenes del país?

J.M.: Las personas son siempre el centro de las organizaciones. Por ello, hay que trabajar más en el ser, los valores, el compromiso, la humildad y el servicio a la gente.

*Contenido elaborado con el apoyo de EPM.