El Grupo Glauser está próximo a cumplir 111 años de historia, marcados por la exclusividad de sus joyas y relojes. Andrés, Samuel y Juliana Glauser, la nueva generación al frente de la compañía, reflexionaron sobre los cambios en los gustos y expectativas de sus clientes.
Con más de un siglo de historia, el Grupo Glauser no solo ha forjado un vínculo único con la relojería suiza, también ha consolidado su nombre como uno de los referentes más destacados en el sector de la joyería en Colombia. La familia, liderada hoy por la cuarta generación, continúa renovando su compromiso con la tradición, la innovación y el diseño, asegurando que cada pieza que ofrecen refleje su pasión por la excelencia.
Juliana Glauser hace parte de la quinta generación que heredará el legado. En la joyería ha encontrado una gran pasión. “No hay nada más inspirador que ver una piedra bajo un microscopio. Se empieza a ver la intensidad del color, las inclusiones, todas las cualidades que la hacen única y es imposible no emocionarse. Es una experiencia increíble”.
¿Cuál ha sido la clave para posicionarse en el mercado de la joyería de lujo?
ANDRÉS GLAUSER: Comercializar joyas de 18 kilates, en oro amarillo, blanco, rosa y platino; y utilizar piedras preciosas, dentro de las cuales el diamante es la piedra reina. Tenemos colecciones en esmeraldas, rubíes y zafiros; además de piedras semipreciosas de casas de distintos países, especialmente de Brasil. También están las perlas, que tienen un mercado especial. Tenemos muy buenos contactos y proveedores en diferentes partes del mundo: En Europa, en países como Alemania, España e Italia; además de Oriente Medio, África y Asia. Muchas de estas relaciones las iniciaron las generaciones que nos antecedieron y nosotros las seguimos cultivando. El trabajo que realizan las manos expertas de nuestros maestros joyeros es fundamental para el prestigio de la marca. La ética, el desarrollo de diseños y conceptos propios. Todo esto nos permite tener un legado y una tradición muy fuerte.
A propósito de las esmeraldas, este año realizaron el lanzamiento de Fura, una colección de la gema más representativa de Colombia…
JULIANA GLAUSER: Con esta colección nos propusimos posicionar la esmeralda colombiana, con dos públicos objetivos en mente: el extranjero, que valora mucho la gema nacional porque sabe de su prestigio; y obviamente la clientela nacional. En el país, los compradores suelen guiarse por las tendencias europeas, pero nuestras esmeraldas viven un buen momento. Las esmeraldas colombianas no tienen punto de comparación con otras que se extraen en el mundo; por eso, las nuestras son ciento por ciento nacionales, algo que, además, nos permite respaldar a los mineros locales y fortalecer la economía regional.
¿Qué tan vigente está la costumbre de que el novio le regale a la novia un anillo de compromiso?
A.G.: Muy vigente. Indistintamente del lugar o la religión, usualmente siempre hay un anillo de por medio. Además de la costumbre, representa una inversión. La demanda suele ser de diamante. Por eso venimos trabajando en una colección, muy especial, en platino, que es un metal precioso, espectacular, diferenciador. El matrimonio igualitario está desempeñando un rol importante en ese sentido, y nosotros consideramos que el mercado necesariamente tiene que ser más inclusivo. Por ejemplo, la realidad viene derribando la vieja creencia de que las joyerías son solo para mujeres. Hoy los hombres compran joyas, no solo relojes. Es un mercado con mucho potencial que viene creciendo a nivel de cadenas y pulseras. Hace unas tres o cuatro décadas la demanda era muy conservadora. También se tenía la idea de que las joyas eran un artículo que se les regalaba a las mujeres. Hoy, ellas se las compran.
¿Cómo ha evolucionado la propuesta del Grupo Glauser para responder a las expectativas de un cliente cada vez más exigente y conocedor del mercado de joyería de lujo?
SAMUEL GLAUSER: Nuestra experticia ha sido crucial. Tenemos un equipo que se ha formado en el Instituto Gemológico de América (GIA, por su sigla en inglés), y con los años el relacionamiento con proveedores y clientes nos ha dado un know-how que nos ha llevado a garantizar exclusividad y la más alta calidad, con las certificaciones a que haya lugar, en términos de las piedras, de su origen, que no haya explotación infantil, etcétera.
Como nuestro cliente es una persona que viaja con bastante frecuencia, es más exigente y conocedor de las grandes marcas de joyería y relojería internacional. El próximo mes de febrero debería estar listo el nuevo concepto del Flagship que tenemos de Glauser en el Centro Andino. Vamos a cambiar nuestro look and feel por un concepto mucho más lujoso, y esto pasa por transformar desde la iluminación hasta el tema de la construcción de los muebles y la combinación de texturas de colores en nuestros puntos de venta, en línea con las tendencias de ciudades como Londres, Nueva York, Roma y Madrid, que reportan una evolución importante. Por ejemplo, las grandes casas tienen hoy vitrinas enormes, pero no para exhibir una colección gigante, sino una, dos piezas o un juego. La tendencia es muy minimalista. En un entorno de lujo se envía un mensaje muy importante: esta es una pieza muy especial. Con este mismo enfoque, renovamos la boutique Omega, una de las marcas más icónicas y representativas de la industria relojera suiza, de la que somos representantes en Colombia. Realizamos una inversión importante para estar al nivel de las de Nueva York, Dubái y Londres.
El año próximo cumplen 111 años…
S.G..: Un número místico, icónico. Nos enorgullece presentar durante el primer semestre el nuevo layout de Glauser, con nuevas colecciones de joyería, junto a otros proyectos que iremos develando durante el año. Por el momento, el plan es iniciar con el Centro Andino, pero este nuevo concepto se irá replicando en las otras ciudades donde tenemos presencia. Tenemos muy claro que las personas compran donde sienten que hay una experiencia que marca la diferencia.