Los sectores agrícola e industrial tienen un gran reto en mitigar su impacto ambiental. Se estima que su tránsito hacia modelos de economía circular reduciría un tercio (34 por ciento) la huella de carbono, de acuerdo con datos de la Coalición de Economía Circular de América Latina y el Caribe (ALC). Precisamente, en ese camino hacia modelos productivos más sostenibles avanza el Grupo SMI.
“Es posible mitigar, cuidar el medioambiente y tener ganancias. Nuestra cadena de valor se puede considerar como una experiencia exitosa en el camino hacia la carbono-neutralidad. Hay un equilibrio financiero en Apropet con nuestra planta de reciclaje, alrededor de la producción de resina reciclada con generación de empleos verdes, desarrollo sostenible y responsabilidad social”, sostuvo Jaime Hernández Rivillas, country manager del Grupo SMI Colombia.
Para lograrlo, esta organización ha hecho inversiones millonarias en los 12 países en los que tiene presencia. En Colombia, según explicó el directivo, inyectó recursos por 28 millones de dólares para aumentar su capacidad instalada en regeneración. Esto permitirá que a partir del segundo semestre de este año se reciclen o acopien 35.000 toneladas de botellas para producir 25.000 toneladas de resina reciclada, cuando hoy son 7.500 toneladas.
En la elaboración de soluciones integradas de empaques sostenibles para diferentes industrias, como la de bebidas y de productos para el cuidado personal y del hogar, entre otras, también utiliza insumos reutilizados. Esta práctica tiene un efecto inmediato en la descarbonización. De hecho, un estudio contratado por la compañía reveló que una botella ciento por ciento reciclada con PET emite menos dióxido de carbono que un envase de vidrio reciclado en una relación de 12,8 gramos a 200,9 gramos de CO2. En esta dirección y con base en la Ley 2232 de 2022, la compañía se trazó la meta de recolectar cerca de 1.600 millones de botellas plásticas, equivalente a dejar de utilizar 38 millones de galones de petróleo o de emitir 46.000 toneladas de CO2.
Con esta filosofía también ha generado impactos sociales y económicos. A través de la Fundación Recicla Latam, que apoya, fomenta la cultura del reciclaje y articula a los actores de esta cadena de valor. A la fecha ha beneficiado a más de 10.000 personas dedicadas a esta actividad en Perú, Ecuador y Colombia. “Brindamos herramientas para impulsar la circularidad de los envases y convertirlos en nuevas oportunidades desde el primer eslabón que es el reciclador de oficio, buscando que esta integración vertical y el cierre de ciclo se realice de manera formal y en condiciones de trabajo digno”, explicó Paola Vega, directora ejecutiva de Recicla Latam en Colombia. De esta manera, el Grupo SMI Colombia crea valor para la sociedad.
“Se requieren muchos más esfuerzos para fortalecer la cadena de valor: desarrollo de una cultura de separación en la fuente, acopio beneficiado de botellas PET, acompañamiento al gremio reciclador, trabajo integrado de la cadena y ecodiseño”, sostiene Hernández.
Agrega que estos esfuerzos traen múltiples beneficios: empleos verdes, desarrollo social, reducción de impacto ambiental y la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
El Grupo SMI le ha dado valor a una botella que antes era un residuo. No cree en la sostenibilidad de cualquier manera sino a través de apoyo, capacitación y caminando de la mano de los proveedores, para asegurar su crecimiento y desarrollo. La implementación de la economía circular hace tangible la teoría de que es rentable y genera valor.
*Contenido elaborado con el apoyo de Grupo SMI.