Innovar siempre es un reto para una compañía. En el caso de ISA, el desafío todavía es mayor por tratarse de una multilatina con 55 años de trayectoria y presencia en seis países, con un capital en su mayoría público y actividades en tres sectores claves: energía, vías y telecomunicaciones. Además de ser la primera empresa de patrimonio estatal que democratizó su propiedad.

Desde 2018, ISA hizo explícito el compromiso de innovar como parte integral de su Estrategia ISA 2030, y a partir de entonces “es un pilar estratégico para impulsar las metas corporativas”, manifestó Olga Patricia Castaño, vicepresidenta de Estrategia Corporativa de ISA.

Olga Patricia Castaño, vicepresidenta de Estrategia Corporativa de ISA. | Foto: Cortesía Isa

“Definimos tres dimensiones estratégicas: generar valor al accionista, generar impacto ambiental y social, y asegurar la vigencia corporativa”, señaló la ejecutiva. A ello se suman cuatro ejes: competitividad de la actividad principal, desarrollo de nuevos negocios de energía, de nuevos modelos para la transformación, y promoción de proyectos que contribuyan a resolver problemáticas sociales, económicas y ambientales en América Latina.

Los últimos ejes tienen en común la transición energética. Para materializarlos, ha trabajado en el fortalecimiento de la capacidad interna de innovación, y en la cultura y el talento. Se definió un objetivo estratégico de invertir 150 millones de dólares en innovación, emprendimiento e intraemprendimiento, y otros 150 millones de dólares en actividades de CT+I a 2030.

La compañía se vinculó con ecosistemas de innovación abierta en los países donde opera. En 2021, por ejemplo, lanzó más de 30 retos y recibió 562 ideas, de las cuales el 68 por ciento fueron propuestas por actores externos, que se concretaron en 34 desarrollos ya en marcha. En esa misma línea, con su aliado Rockstart, se aceleraron 10 startups con enfoque de impacto social o ambiental positivo, con la posibilidad de acceder hasta un millón de dólares de inversión.

Actualmente, tiene proyectos para mostrar en los campos de optimización de diseño de líneas de transmisión, control de obra, en el campo vial, monitoreo remoto de activos, servicios eléctricos agregados, movilidad compartida y hasta en bonos de carbono; todos con un alto componente tecnológico, inteligencia artificial y uso de datos parametrizados.

La labor es ardua, reconoció Castaño: “Debemos hacer preguntas nuevas y generar otras respuestas a preguntas antiguas”. ISA es relevante en un sector en el que usuarios y reguladores no son muy dados a la disrupción. Aun así, los avances son palpables. “Sentimos que vamos por buen camino, pero esto ha sido posible porque tiene una definición estratégica que requiere un compromiso transversal de diferentes áreas. Solo así es posible materializar el valor desde la innovación”, puntualizó.

*Contenido elaborado con el apoyo de Isa.