Como si se tratara de otro salón de clases, el Colegio La Enseñanza de Medellín decidió incluir en sus instalaciones un planetario. No fue una apuesta menor: el lugar cuenta con el software más avanzado que hay en el mercado y un proyector único en América Latina. Hoy, otros colegios de Chile y Ecuador buscan su asesoría para replicar la idea.

Todo comenzó en 2019, cuando el cuerpo directivo y educativo de La Enseñanza se preguntó qué iba a pasar con las carreras y los trabajos del futuro. La respuesta fue crear una malla curricular enfocada en las ciencias espaciales. El planetario se puso en funcionamiento a inicios de este año como fruto de esa apuesta por la fórmula STEAM (ciencias, tecnología, ingeniería, artes y matemáticas) + A (astronomía).

El objetivo al diseñar este centro de observación es recibir grupos entre 35 y 40 estudiantes para que vivan una experiencia sensorial única y ciento por ciento inmersiva. Si bien este proyecto fue liderado por el colegio, otras entidades y expertos en el tema fueron cruciales en su construcción. Por ejemplo, los planetarios de Medellín y Bogotá, además de la Universidad de Antioquia.

Para Beatriz Acosta, rectora de la institución, “desde las aulas se debe aprender a admirar la magnitud del mundo y del universo: observar, agradecer, hacerse preguntas, pero sobre todo crear soluciones. Por eso esta clase no tiene nota y está abierta a que los estudiantes y profesores propongan temas e investigaciones que los hagan tener los pies en la tierra y la mente en el cielo”.

Felipe Velásquez, director de este espacio y del nuevo programa académico La Enseñanza Astronomy Program (LEAP), explicó que desde la campaña de expectativa ya había un interés en los estudiantes. “Les preguntábamos a los niños qué se les venía a la cabeza con la palabra planetario y solían asociarlo solo a cohetes y planetas. Con este proyecto quisimos convertirlo en un vehículo que reúna todas las áreas y sea capaz de enseñar de una forma distinta. No es lo mismo ver al átomo flotando arriba de sus cabezas que en libros. El mundo cambia y la forma de enseñar debe ir a su ritmo”, explicó.

Sofía Soto, alumna de décimo grado, reconoce que se siente muy orgullosa cada vez que cuenta cómo es el planetario y el plan de estudios de su clase de astronomía. “Salir un poco de la educación tradicional hizo que nos vinculáramos más al colegio porque exploramos la ciencia, química, historia y arte siendo partícipes y reforzando la pertenencia. Incluso la temática de la promoción de nuestro curso tendrá relación con el planetario”, señaló.

La Enseñanza planea ampliar la relación con instituciones educativas de bajos y medianos recursos para que más niños y jóvenes, no solo de Medellín sino de todo el país, visiten este espacio, que refleja una apuesta por la innovación y la ciencia en Colombia.

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