En Colombia la oferta energética tiene en la fuente hidráulica a su mayor proveedor. Según XM, operador del Sistema Interconectado Nacional (SIN) y administrador del Mercado de Energía de Colombia, a corte del 3 de diciembre pasado su capacidad efectiva neta (CEN) alcanzó 13.206,77 megavatios (MW), equivalente al 61,98 por ciento del total nacional.
Los responsables de esta dinámica son las 157 plantas y/o centrales hidroeléctricas distribuidas en el territorio nacional (32 despachadas centralmente y 125 no despachadas centralmente). En el departamento de Córdoba, cuya CEN es de 338 megavatios, su instalación insignia es Urrá.
Próxima a cumplir 25 años de operación, la Central Hidroeléctrica de Urrá, ubicada en el municipio de Tierralta, tiene una capacidad de 1.426,18 gigavatios hora, equivalente al 1,45 por ciento del total de generación renovable del país según XM.
Esta compañía comercializadora y generadora de energía eléctrica opera bajo principios de innovación y sostenibilidad. Además de las obligaciones exigidas por la ley, ha desarrollado una serie de actividades voluntarias en las dimensiones ambiental, social y económica que se han convertido en beneficios para las comunidades en su zona de influencia.
En lo medioambiental, el principal proyecto en términos de transición energética es la planta solar flotante Aquasol. Inaugurada en 2023, cuenta con una potencia instalada de 1.53 megavatios pico (MWp) y una capacidad efectiva de 1.35 megavatios de corriente alterna (MWac). Está compuesta por dos áreas: una plataforma flotante y una estructura fija sobre tierra firme.
Esta planta fue creada para cumplir dos funciones: la recolección de energía solar dirigida al funcionamiento de la planta de la Central Hidroeléctrica y servir de modelo de investigación futura para la implementación del sistema en una plataforma flotante.
“Aquasol es un ejemplo de progreso para la región y un referente en Latinoamérica por su capacidad de generación de energías renovables que benefician el medio ambiente y aporta medidas para combatir el cambio climático”, explicaron desde la compañía.
En esta dimensión también se impulsa el turismo de naturaleza con la participación de las comunidades y la inclusión de energías limpias en su operación. En cuanto a lo social, la compañía adelanta un programa de formación técnica para el trabajo por medio del mecanismo estatal. Está enfocado en las potencialidades del territorio con ambientes especializados en agroindustrias, chocolatería, tecnologías de información y turismo, entre otras.
En lo económico, financia proyectos comunitarios viables para la región a los que acompaña en su proceso de industrialización en áreas como cacao, desarrollo de la apicultura y producción de plátano. También inscribió y fortaleció a siete organizaciones comunitarias en modelos organizacionales y productivos. En Córdoba, la energía es sostenible gracias a la Central Hidroeléctrica de Urrá.
*Contenido elaborado con el apoyo de la Central Hidroeléctrica de Urrá.