Clínicamente, a esta sintomatología se le conoce como incontinencia urinaria o pérdida de control sobre la vejiga. Aunque puede afectar tanto a hombres como a mujeres, en la mayoría de los casos después de los 60 años, ellas son las más propensas a padecerla.De acuerdo con Ramiro Chedid, especialista en Ginecología y Oncología, de la Unam de México y del Instituto Nacional de Oncología de Madrid, España, respectivamente, y médico de la plataforma virtual de capacitación en salud educandome.co, la incontinencia en las mujeres se presenta, principalmente, por dos causas: los malos hábitos diarios de evacuación de orina y los antecedentes ginecoobstétricos.“El nacimiento de un bebé puede generar daños en las paredes del piso pélvico, y aunque este es un músculo que se recupera rápidamente, el aumento en el número de partos también incrementa la posibilidad de desarrollar esta afección”, agrega el especialista. En el caso de los hombres, según el doctor William Ruiz, especialista en Urología de la Fundación Universitaria de las Ciencias de la Salud, Fucs, y miembro de la plataforma web de consultasy respuestas médicas 1doc3, los casos en los que se presenta se debe, generalmente, a efectos secundarios generados por procedimientos quirúrgicos como la prostatectomía radical (extracción de la próstata), que en ocasiones tiene este tipo de riesgos.Clases de incontinenciaLos especialistas explican que existen dos clases de incontinencia:La de esfuerzo: se presenta cuando las personas ríen, tosen, corren o realizan otras de actividades que impliquen fuerza.La de urgencia: ocurre cuando la vejiga no se adecúa bien a la exigencia decontendido a la que está expuesta, intentando evacuar en momentos involuntarios para la persona.Diagnóstico y tratamientoPara determinar las causas y los posibles tratamientos es necesario acudir al especialista. Además del examen físico, el médico realizará una urodinamia, un estudio que determina si la vejiga y la uretra están realizando un correcto almacenamiento de la orina y una adecuada evacuación de los líquidos. Una vez detectado el problema existen varios tratamientos, entre estos están:Terapia física para fortalecer los músculos del piso pélvico por medio de ejercicios conocidos como Kegel, basados en una serie de contracciones y relajaciones que se realizan a lo largo del día y de manera constante.Medicamentos especializados para el control de la hiperactividad de la vejiga.Manejos quirúrgicos.Ya determinará el especialista cuál es el más adecuado dependiendo del grado y la clase de incontinencia que se presente. Sin embargo, el doctor Ruiz es claro al afirmar que ningún tratamiento arrojará resultados positivos si, inicialmente, no se corrigen los malos hábitos de evacuación de orina.¿Cómo prevenirla?Evitar los malos hábitos miccionales. No hay que esperar hasta el último momento para evacuar la orina. Esta conducta solo hace esforzar a la vejiga y, a largo plazo, deteriora las fibras del músculo.Se recomienda evacuar, en promedio, cada tres horas.Lo importante es no llevar la retención hasta el límite, evacuar por completo y de manera relajada.Se recomienda que las mujeres realicen la micción sentadas, nunca acurrucadas. Una mala postura puede potenciar los daños en la vejiga.Mantenerse hidratado.Verificar que el color de la orina sea, en la mayoría de los casos, transparente.
¿Cómo adaptarse al cambio?Negar la existencia o disimular los goteos involuntarios sin tratar de manejarlos, no servirá de nada. Hay que comprender que se trata de un problema de salud que afecta a por lo menos 65 por ciento de la población mayor de 60 años y, en ocasiones, puede aparecer antes.La incontinencia puede generar momentos incómodos, sobre todo, si se sufren escapes en lugares públicos. Sin embargo, se puede estar preparado con los productos que ofrece el mercado y que brindan protección. Para Daniel Ossa, director del Programa de Adulto Mayor de Keralty, lo importante es entender esta situación como algo natural y tomarlo con calma. “Esta condición no deteriora la calidad de vida, la camabia en algunos aspectos, pero todos son manejables”, concluye.