En 2020 Colombia afianzó los compromisos climáticos que había adquirido cinco años atrás en el Acuerdo de París, aunque de una forma más ambiciosa al anunciar al mundo que se encargaría de reducir en un 51 por ciento las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) para el año 2030, a través de 184 acciones, objetivos, políticas y medidas concretas de mitigación y 30 medidas de adaptación.
Ese compromiso cobró aún mayor importancia cuando la Organización de las Naciones Unidas (ONU) declaró la década 2021-2030 como los años de la restauración, un periodo para evitar que la temperatura global suba por encima de los 2 grados centígrados al 2040. Desde entonces, el país trabaja por ser un modelo a seguir en el ámbito internacional, y liderar programas como una restauración ecológica de 962.615 hectáreas y la reducción de la tasa de deforestación a 50.000 hectáreas por año hasta 2030.
Según el Instituto Alexander Von Humboldt, “para cumplir ese propósito, las acciones se enfocan en conservar e incrementar los sumideros de carbono en bosques y humedales, en gran parte a través de procesos de restauración diseñados e implementados con actores locales. Estos proyectos se orientan a la idoneidad de las especies nativas, el sitio y el momento de la siembra, el monitoreo a los individuos sembrados y el involucramiento de las comunidades nativas que son clave para garantizar el éxito de la restauración y la contribución a la captura de carbono bajo escenarios de cambio climático”.
Interesantes propuestas
Como parte de los programas que se adelantan está el Plan Respira, que abandera el Ministerio de Medio Ambiente, con el que se busca plantar cerca de 500 millones de árboles, una iniciativa que se enmarca en la estrategia mundial ‘1 Trillion Trees’, que va tras la siembra de un billón de árboles a 2030 para frenar los impactos negativos del cambio climático. “Pero también se encuentra la Red Nacional de Viveros de Especies Nativas, que tiene una capacidad de aportar unos 350 millones de árboles, cerca del 70 por ciento de la meta”, precisan desde MinAmbiente.
A esas iniciativas se suman acciones de empresas privadas, como el Fondo de Pensiones y Cesantías Porvenir que en el marco de su estrategia de sostenibilidad viene haciendo una importante contribución para combatir el cambio climático con acciones que van desde contar con una operación Ecoeficiente llevando a cabo estrategias de concientización y reducción del consumo de agua, energía y papel de impresión al interior de la compañía y acciones de restauración y recuperación de ecosistemas estratégicos del país.
Como parte de su compromiso con el cuidado del planeta y sus recursos, el Fondo de Pensiones y Cesantías Porvenir desarrolló en el 2020 la medición de su huella de carbono buscando cuantificar la cantidad de emisiones de GEI que produce a partir de sus operaciones, la cual se hizo en alianza con la Corporación Fenalco Solidario y se compensó el ciento por ciento a través de bonos de carbono y generando acciones que contribuyen a la conservación ambiental.
En el 2022 Porvenir sumó más de 23.000 árboles sembrados en diferentes Parques Nacionales Naturales y la meta al año 2025 es lograr 50.000 árboles plantados en ecosistemas estratégicos del país, contribuyendo no sólo preservar los entorno naturales sino también a mejorar la calidad de vida de las comunidades locales con las cuales se llevan a cabo estas siembras a través de la generación de empleo por medio de acuerdos de conservación con instituciones como WWF y Parques Nacionales Naturales de Colombia.
Teniendo en cuenta que la gestión del cambio climático y la protección de los ecosistemas es una prioridad para la entidad, Bernardo Sánchez, gerente de Mercadeo y Sostenibilidad de Porvenir, dijo que este 2023 continúan con las acciones, ya que la meta es avanzar en la restauración de siete hectáreas de ecosistemas estratégicos con la siembra de 5.000 especies nativas en áreas de especial importancia ecológica para el territorio nacional en los departamentos de Atlántico, Antioquia, Cundinamarca y Valle.
“En Atlántico la intervención se hará en la Vía Parque Isla Salamanca, especialmente en la zona del manglar, en la que reposa una gran biodiversidad de especies y es instrumento de amortiguación ante desastres como huracanes, tsunamis e inundaciones. En Antioquia, la siembra se enfocará en el Parque Nacional Natural Orquídeas, que cuenta con una generosa extensión de bosque húmedo, que contribuye a la regulación de las temperaturas; mientras en Cundinamarca la tarea se centrará en el Parque Nacional Chingaza, que provee agua a cerca de 10 millones de personas en Bogotá; y en el Valle, finalmente, se plantarán especies nativas en el Parque Nacional los Farallones, que es uno de los sitios más protegidos de esa región”, explica Sánchez.
La siembra de estas especies nativas se lleva a cabo en alianza con el Fondo Mundial para la Naturaleza WWF Colombia que se dedica a la conservación de la naturaleza y el medio ambiente en más de 100 países, además cuenta con la participación de más 300 voluntarios de Porvenir y la contribución de organizaciones comunitarias de las regiones que apoyan el trabajo de conservación de las especies sembradas.
De acuerdo con Danna Giraldo, coordinadora de alianzas privadas de WWF, “la contribución de Porvenir en la restauración y fortalecimiento de los medios de vida de las comunidades en áreas protegidas, es una acción de vital importancia en la preservación del entorno natural. Sus esfuerzos no solo respaldan la conservación de la biodiversidad en lugares de gran valor ecológico, sino que también empoderan a las poblaciones locales al proporcionar oportunidades de empleo y desarrollo sostenible. Las acciones de Porvenir en pro del medio ambiente demuestran un compromiso ejemplar con la coexistencia armoniosa entre la naturaleza y las comunidades, asegurando que estas áreas protegidas no solo perduren, sino que también mejoren la calidad de vida de quienes las llaman hogar”.
“Desde 2021, dentro de las muchas acciones que realizamos, hemos logrado establecer alianzas con siete empresas que operan en el país para restaurar los ecosistemas en áreas protegidas de carácter nacional. Con Porvenir, particularmente, se ha hecho la intervención en dos áreas, se han apoyado proyectos de restauración en un poco más de 15 hectáreas y se han logrado procesos de acuerdos de conservación con familias campesinas en los PNN Farallones y Chingaza; además de fortalecer cuatro organizaciones comunitarias y de movilizar cerca de 400 personas”, indica Carolina Jarro Fajardo, subdirectora de Gestión y Manejo de Parques Nacionales Naturales de Colombia.
Esta alianza ha permitido sembrar árboles y otras especies de plantas que cumplen funciones importantes a lo largo del proceso de restauración, como las que mejoran los suelos, atraen polinizadores y especies frugívoras. Mangle rojo, mangle blanco, mangle negro, corcho, diferentes especies de frailejones, gaque, nacederos y guayacanes son algunos de los más sembrados.
Con la restauración y conservación de ecosistemas Porvenir contribuye directamente al Objetivo de Desarrollo Sostenible – ODS número 15 de las Naciones Unidas, el cual busca preservar los ecosistemas terrestres y la biodiversidad por medio de la gestión sostenible de los bosques y la rehabilitación de suelos degradados.
*Contenido elaborado con apoyo de Porvenir