La finca raíz es una inversión segura y rentable. Los bienes inmobiliarios generan una valorización de largo plazo a medida que las ciudades se expanden y la economía, la población y los hogares crecen, debido a que hay una mayor demanda. Sin embargo, de acuerdo con la más reciente Encuesta de Calidad de Vida del DANE, el 31 por ciento de los hogares colombianos está en déficit habitacional. Es decir, que se requieren aproximadamente 5,1 millones de viviendas.
En 2021 se vendieron 228 mil unidades de vivienda nueva, con lo cual, se necesitaría un equivalente de más de 22 años para suplir la demanda real, un factor que, a su vez, soporta la valorización en el largo plazo. Para Roberto Moreno, presidente de la constructora Amarilo, y uno de los mayores conocedores de este tema en el país, la vivienda no solo es uno de los grandes sueños de las familias, un bien aspiracional por el que trabajamos y ahorramos durante muchos años que transmite seguridad y tranquilidad tenerla; sino que, en tiempos de incertidumbre, también se convierte en un activo refugio que permite proteger el patrimonio a corto, mediano y largo plazo, convirtiéndose en una inversión de bajo riesgo, que salvaguarda capital, se valoriza y genera confianza.
Esto toma mayor relevancia según Moreno, cuando la inversión se hace en proyectos con buena localización, altos estándares ambientales, de infraestructura y de calidad.
En el caso particular de Amarilo, la constructora actualmente cuenta con un portafolio de mas de 85 proyectos activos en 16 ciudades y municipios de Colombia, entre los que se encuentran inmuebles de vivienda VIS y No VIS (apartamentos y casas), y empresariales como oficinas, locales y bodegas.
“Nuestro enfoque siempre ha sido construir proyectos urbanísticos bajo el concepto Ciudad dentro de la ciudad, para ofrecer a las comunidades espacios más inclusivos, seguros y sostenibles que mejoren su calidad de vida, y en donde las familias tengan fácil acceso a parques, bibliotecas, colegios, hospitales, zonas de comercio y servicios, entre otros beneficios, cerca de sus hogares”, agregó Moreno.
Durante 2022, Amarilo lanzará 30 nuevos proyectos de vivienda en Bogotá, Cartagena, Barranquilla, Soledad, Villavicencio, Ibagué, Ricaurte y Cajicá, y tienen planes de expansión a corto y mediano plazo en Medellín y Cali.
Desde el sector, se espera que el país cuente con una política de vivienda que incentive la construcción e impulse los subsidios para la adquisición de inmuebles particularmente de interés prioritario y de interés social, que han sido vitales para que miles de familias puedan convertirse en propietarios.