En Colombia una de cada cuatro personas sufre osteoartrosis (OA), de acuerdo con la Asociación Colombiana de Reumatología (ACR). De hecho, es la enfermedad reumática más prevalente en el país, con más de 1,3 millones de afectados.

La OA, también conocida como enfermedad articular degenerativa, artrosis o artritis hipertrófica, produce dolor y rigidez en las articulaciones, principalmente en rodillas, cadera y columna vertebral, debido al desgaste del cartílago generado en las articulaciones. Juan Tejada, gerente Médico de Sanofi, advierte que no debe confundirse con la artritis y explica que esta última se debe a una respuesta inmunológica del organismo que conlleva a que haya disfunción articular. “La osteoartrosis responde a un desgaste de la articulación, lo que conlleva a la aparición de dolor, rigidez, inflamación e hinchazón, enrojecimiento y disminución del líquido sinovial dentro de la articulación afectada”, señala.

El número de pacientes en el mundo va en aumento. Se estima que para 2025 se incrementará en 16 por ciento la cifra global de la enfermedad, para alcanzar los 350 millones de personas.

Y aunque alrededor del 80 por ciento de los pacientes tienen más de 65 años, esta enfermedad está dejando de ser exclusiva del adulto mayor. La incidencia en pacientes jóvenes de entre 35 y 44 años ha aumentado cuatro veces desde 1990 a la fecha, sobre todo debido a la obesidad, a actividades como correr y a practicar deportes extremos o de alto impacto como el crossfit. Adicionalmente, se tiene registro de que por cada 4,8 mujeres diagnosticadas, sólo hay un varón afectado.

“En términos de salud pública, puede convertirse en una patología de alto impacto, teniendo en cuenta que los costos de las enfermedades reumáticas en países desarrollados pueden representar entre el 1 por ciento y 3 por ciento del producto interno bruto”, agregó Tejada. Por eso, es vital crear conciencia sobre qué es la osteoartrosis y cómo poder tratarla.

¿Cómo detectar la osteoartrosis?

Ante cualquier indicio, lo primero es acudir al reumatólogo. Para diagnosticar la enfermedad se requiere de un examen físico basado en el historial clínico del paciente, o de radiografías que permiten determinar la magnitud del daño. Seguidamente, se prescribe el programa de tratamiento según la particularidad del caso: cirugía, medicamentos, control del peso, programas de ejercicio estructurado o terapia física y ocupacional. Adicionalmente, está la técnica de viscosuplementación, que consiste en inyectar la articulación de la rodilla con derivados de ácido hialurónico de alto peso molecular.

Con respecto a los factores de riesgo, el sobrepeso, lesiones, debilidad muscular, daños en los nervios que suplen las zonas de las articulaciones y factores hereditarios pueden causar osteoartrosis. Por ejemplo, la obesidad incrementa el riesgo de OA en la rodilla y durante la pandemia, consecuencia de los largos periodos de aislamiento y sedentarismo, existe una alta probabilidad de que se incrementen los casos por este motivo.

Otros factores de riesgo tienen que ver con la debilidad en los músculos superiores del muslo; un historial de lesiones en la rodilla o la cadera, como es el caso de los jugadores de fútbol, o el desempeño de actividades laborales que exigen cargar peso adicional de forma recurrente.