La apropiación del discurso ético por parte de las empresas condujo a que junto a los criterios de rentabilidad se incorporaran los aspectos asociados a la sostenibilidad, entendida esta como la racionalidad en la gestión de los recursos naturales, el respeto a las formas de vida humana y no humana, y una cultura del reconocimiento a la diversidad humana que, en últimas, son quienes de forma intencionada confluyen para el logro de los objetivos organizacionales.
En virtud de lo anterior, explica José Obdulio Curvelo, decano de la facultad de Contaduría Pública de la Universidad Cooperativa de Colombia (UCC), la información financiera, además de reflejar los hechos económicos de una entidad que da cuenta de sus conductas, muestra la manera como enfrentan los desafíos sociales y ambientales y la capacidad de transformar los negocios para responder a las nuevas expectativas de la sociedad en términos de cultura, ambiente y tecnología.
En virtud de lo antes expuesto, “el profesional contable enfrenta nuevos campos de desempeño laboral en lo referido al aseguramiento de la información financiera con fines sociales y ambientales, el gerenciar datos, como analista de la huella digital en virtud de los cripto activos de las organizaciones, la gestión de riesgos e incluso valorar financieramente impactos de los sistemas adaptativos. Esto se da porque la sociedad ya no está interesada únicamente en conocer la utilidad que generan las organizaciones sino en cómo lo hacen, cómo retienen su talento humano y cómo racionalizan el consumo de los recursos necesarios para el normal desarrollo de los negocios. Esto le da un giro a lo que conocemos como ámbitos tradicionales del ejercicio profesional contable”, planteó Curvelo Hassán.
Con respecto a la manera en cómo se vienen preparando para responder a esas nuevas realidades profesionales, Curvelo afirmó que han requerido incluir resultados de aprendizaje de carácter multidisciplinario y adoptar ambientes prácticos de aprendizaje, que le posibiliten al estudiante trabajar en equipo, abordar problemas reales de la profesión, utilizar datos predictivos e incluso, interactuar con personas de diferentes culturas. Estos aspectos dan cuenta de que los aspectos instrumentales de la profesión son retados frente a las nuevas complejidades de la sociedad y las realidades que desafían a los negocios.
Siendo así, el gran desafío de los profesionales de Contaduría Pública es comprender el entorno para poder reportar una información de mayor calidad a la sociedad. “Todos los discursos y las acciones de las empresas hoy se enmarcan alrededor del discurso de las prácticas de sostenibilidad, por lo que la tarea fundamental es poder medir esto, pero no con la racionalidad del mercado que se enfoca únicamente en las utilidades, sino contribuyendo a la toma de decisiones, al aseguramiento de la información financiera, económica y social, y a la cultura de responsabilidad social”, explica Curvelo Hassán.
Los cinco grandes retos de la Contaduría Pública
- Generación de experiencia de aprendizajes en el campo disciplinar de la contabilidad y la auditoría. Según el decano José Obdulio, los programas de contaduría pública requieren transitar hacia un enfoque de carácter internacional, generar currículos flexibles y con tránsitos a la empresa, regular la supervisión de la experiencia práctica, contar con ambientes prácticos de aprendizaje y disponer de simuladores gerenciales, financieros, de auditoría y, entre otros, de los sistemas contables del metaverso que incluyen realidad virtual y aumentada.
- Gestión de la información financiera con fines sociales y ambientales. Esta dimensión demanda competencias asociadas a la valoración, medición y representación. No es solo generar información, se trata de disponer de la data que genere mejor racionalidad predictiva para prever riesgos y de la generación de sistemas adaptativos que reconozcan la pluridiversidad con la que interactúan la información contable, financiera y complementaria.
- Tributación internacional. La pandemia nos enseñó que existen realidades subestimadas en las organizaciones. Por citar un ejemplo, en un pequeño comerciante nunca se valoró su capital intelectual y, la pandemia nos enseñó, que él mismo hizo posible que dichos negocios se reinventaran, que realizarán operaciones digitales e incluso que adecuarán canales de distribución para prestar sus servicios mediados por la tecnología. Esta realidad conlleva a leer que la tributación ha trascendido las fronteras y que se requiere de una comprensión global de la misma.
- Finanzas para un mundo digital. La utilización de los ecosistemas digitales, los datos abiertos de plataformas especializadas, las inversiones equivalentes a dinero y las predicción del riesgos son las inversiones emergentes, que constituyen una competencia básica para ejercer la profesión contable, cada vez más enmarcada en la información financiera digitalizada, la inteligencia artificial para prever riesgos y una interacción de los contadores públicos con máquinas y humanoides.
- Estudio en la sociedad de a pie. Uno de los retos de los contadores es tener la capacidad de poder asesorar a las organizaciones en la manera cómo éstas pueden mejorar sus impactos sociales, ambientales y culturales, sin importar el tamaño de éstas o la noción de continuidad del negocio que asumen. Por ejemplo, si una empresa quiere disminuir su consumo energético y decide reemplazar tres refrigeradores por uno solo, el profesional debe analizar diferentes impactos, dentro de ellos los tributarios, el tiempo de recuperación de la inversión y hasta las mismas contribuciones a la sostenibilidad de las formas de vida humana y no humana.
Innovación en la formación contable
Según el decano de la facultad de Contaduría Pública de la Universidad Cooperativa de Colombia, el reto de la educación es innovar, e innovar en prácticas educativas que posibiliten resultados de aprendizaje para responder a los desafíos del mundo. Ahora bien, ¿para qué humanidad se innova en la educación? Pues para una humanidad diversa, que trabaja día a día por condiciones equitativas e incluyentes, por tanto, para una sociedad que permanentemente crea negocios con las mismas características, que retan las prácticas contables y de aseguramiento, desafiando así la innovación en la formación contable.
Por lo anterior “en la Universidad Cooperativa de Colombia asumimos una línea de formación que se orienta a promover la innovación y las formación para la investigación desde la formación en el programa y que se fortalece con la formación posgradual, de manera especial, es nuestra maestría en “Aseguramiento Financiero y Sostenibilidad Corporativa”, que representa el primer programa de formación en el área profesional de la auditoría en el país y una contribución de la universidad al desarrollo del conocimiento contable”, menciona el decano.
Junto a lo anterior, el programa de Contaduría Pública desarrolla estrategias de proyección y extensión como el ‘Laboratorio de Transparencia’, con el cual se generan actividades de sensibilización sobre la rendición de cuentas y la necesidad de los procesos contables en las organizaciones estatales; desde la filosofía cooperativa apoyan el fortalecimiento organizacional de micro, pequeñas, medianas y organizaciones de economía social y solidaria para que puedan desarrollar competitividad, innovación y valor social; así mismo, a través del curso de contabilidad ambiental se promueve un proyecto denominado ‘Siembra un árbol para tu vida y para mi vida’, consistente en apadrinar un árbol durante su proceso de formación generando con ello una sensibilidad y reconocimiento a la ecología.