Llegó el momento en el que la revolución educativa es liderada con inteligencia artificial. Actualmente, la educación virtual y presencial se está transformando por cuenta de un modelo de lenguaje con la capacidad de redactar ensayos, tareas, responder ejercicios, crear tablas, presentaciones y resolver cualquier problema o examen.
Así como en 2020 colegios y universidades no estaban preparados para una virtualidad que sorprendió al mundo, hoy tampoco tienen todas las herramientas para este cambio y los estudiantes se han volcado a la inteligencia artificial para recibir ayuda con sus trabajos.
La pandemia obligó a la sociedad a descubrir otras formas más allá de la presencialidad, pero el mundo virtual como lo conocíamos quedará atrás con desarrollos como ChatGPT. Hoy hay que enfrentar un presente en el que la escuela debe integrar un chatbot capaz de responder todas las dudas de un estudiante promedio.
Algunos profesores están preocupados, se cuestionan cómo lograr detectar el plagio y, al mismo tiempo, los estudiantes no entienden por qué pueden ser sancionados.
Pese a la incertidumbre, la inteligencia artificial es lo más desafiante a lo que los docentes se han tenido que enfrentar en siglos. Podrían ser reemplazados, a menos que logren ampliar su relación estudiante-profesor y profundicen el vínculo socioemocional, diseñen ajustes personalizados acordes a las necesidades del aprendizaje y enfoquen sus esfuerzos en las habilidades y experiencias de vida.
En el largo plazo, la inteligencia artificial predictiva será más adaptativa que los profesores y esa realidad debe impulsar a las escuelas, colegios y universidades a entrar en una metamorfosis.
Para el Colegio Personalizado Renfort, así como para cientos de escuelas, el ChatGPT es una oportunidad de vincular el aprendizaje con la consulta inmediata, el acceso a grandes cantidades de información y educar las habilidades para saber qué hacer con esos datos. La respuesta a las dudas de los profesores es individualizar el aprendizaje, acoger la inteligencia artificial como una herramienta diaria de su práctica pedagógica, construir proyectos que vinculen varias disciplinas y diseñar actividades y exámenes que dejen de evaluar la memoria a corto plazo.
Las inteligencias artificiales se deben convertir en aliadas para simplificar las explicaciones, dando tiempo para que los docentes se enfoquen en la creación de experiencias, en volver a traer la curiosidad y la creatividad al aula de clase.
Tanto en Renfort en Sede como en Renfort en Casa, la educación será cada vez más una experiencia de aprendizaje personalizada mediada por la tecnología, el uso de inteligencias artificiales y la creación de relaciones con profesores que conocen los nombres, sueños y dificultades de todos y cada uno de sus estudiantes.
Contenido elaborado con el apoyo de Escole.
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