Con una longitud (origen-destino) de 85,6 kilómetros, el corredor vial Bogotá-Villavicencio permite conectar en doble sentido al principal mercado nacional con la despensa agrícola y enclave petrolero del oriente colombiano. Sin embargo, en los últimos meses, particularmente en los sectores construidos por Invías años atrás, han tenido que soportar una serie de eventualidades, como sismos en medio de una zona geológicamente inestable y lluvias constantes y abundantes, que han generado diversas afectaciones que dificultan su operación habitual.
Para Coviandina, operador de este corredor vial, la prioridad es garantizar una movilidad fluida y segura en ambos sentidos, esfuerzos para los que cuenta con un grupo de trabajo de 150 personas que día a día realizan el mantenimiento. Ricardo Postarini, gerente general de Coviandina, explicó que este corredor tiene hoy una mayor importancia porque “es la única vía que conecta al resto del país con la Orinoquía, ya que la vía Bogotá-Sogamoso-Aguazul está cerrada y la Transversal del Sisga tiene restricciones. Toda la carga y todos los productos agrícolas que se traen a Bogotá vienen principalmente por esta vía”.
Además, señaló que si bien la carretera está funcional actualmente, hay afectaciones como las que se presentan en la quebrada Estaquecá (kilómetro 46+100) y el sector del Naranjal (kilómetro 50+100), donde hubo afectaciones de puentes por crecientes súbitas. Esto, además de los derrumbes entre el kilómetro 54 y el 71, destacándose el kilómetro 69, en donde se han presentado algunos cierres que aún se mantienen, siendo necesario habilitar el tráfico en doble vía sobre la calzada en servicio.
Con respecto a los puentes desplomados por una avalancha en la vereda Naranjal, Postarini indicó que Coviandina adelanta estudios para poner estructuras metálicas de forma definitiva, pero indicó que la solución final depende de la Agencia Nacional de Infraestructura. “Es necesario que esta vía funcione en perfecto estado. El impacto es muy grande y la idea es tomar medidas definitivas para que la gente y los transportistas con su carga puedan transitar con confianza. Lo más importante es que la Unidad Nacional del Riesgo ceda los recursos que pide el Ministro para llevar a cabo estas obras”, detalló.
Con respecto a las acciones implementadas en algunos tramos del trayecto afectados por diversas contingencias, Fernando Castillo, director de operación del corredor vial, aseguró “que hoy tenemos un bypass en el que damos tránsito bidireccional a través del túnel Renacer entre los kilómetros 44 y 50, y adicionalmente otro entre los kilómetros 65 y 70″. Estas acciones, destacó, han permitido la recuperación de cerca del 80 por ciento del volumen del tráfico que había antes (11.000 vehículos), con cerca de 9.000 vehículos diarios circulando a la fecha, de los cuales el 55 por ciento son livianos y de transporte de pasajeros, y 45 por ciento de carga.
“El concesionario ha estado, de una forma activa y dinámica, con su recurso humano, equipos y recurso tecnológico, siempre velando por la operación de la carretera y procurando garantizar la seguridad de los usuarios de la vía y de la comunidad”, aseguró.
Contenido elaborado con el apoyo de Coviandina.