Más allá de ser uno de los ejes de la sostenibilidad, la economía circular también promueve la competitividad del sector productivo. Según Circularity Gap Report 2023, el 7,2 por ciento del PIB global corresponde a este concepto, y en Colombia, de acuerdo con un reporte del Dane publicado a finales del año pasado, en 2021 la actividad de recuperación de materiales generó un valor agregado de 2,3 billones de pesos. En esencia, el aporte de cada unidad productiva representó el 0,22 por ciento del total nacional. En 2020 fue el 0,15 por ciento.

Joaquín Caraballo, CEO de Waste2Worth, una empresa dedicada al acompañamiento de organizaciones para que identifiquen y adopten soluciones innovadoras en economía circular, advirtió que la aplicación de este modelo genera dinámicas positivas en las unidades productivas. “Es un modelo de producción y consumo en donde no se pierde valor. Las empresas gestionan de forma eficiente su materia prima y productos, además de consolidar ventajas competitivas diferenciándose en el mercado y disminuyendo riesgos operativos y de abastecimiento”, precisó.

De acuerdo con Raúl Ávila, profesor de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional, también contribuye a la reducción de costos, una mayor eficiencia en los procesos, innovación y desarrollo de nuevos productos. “La economía circular y una adecuada gestión de residuos no solo contribuyen a la protección del medioambiente, también generan importantes beneficios económicos y sociales para las empresas, mejorando su productividad, competitividad y reputación”, aseguró.

Por su parte, Nelson Gómez, magíster en Responsabilidad Social y Sostenibilidad de la Universidad Externado y actual estudiante de la Especialización en Innovación y Desarrollo de Negocios, destacó que si lo hacen bien, “las compañías verán cómo aumenta la eficiencia de su cadena de abastecimiento, mejora el uso de la materia prima y los tiempos en los procesos de producción y se reducen tiempos y costos asociados a la disposición de residuos como resultado de los procesos de producción”.

Finalmente, Juan Camilo Cárdenas, profesor de la Universidad de los Andes, recomendó a las unidades productivas del país “sustituir insumos y procesos gravados por otros más verdes para reducir costos tributarios e invertir en R&D (investigación y desarrollo) para hacer estas sustituciones, pues así reducirán costos a largo plazo”. En esencia, la introducción de la economía circular en las empresas promueve dinámicas positivas que se traducen en mayor productividad y competitividad en los mercados.