Hace dos años, Postobón marcó un hito en la industria de bebidas en Colombia al convertirse en la primera empresa del sector en obtener la certificación Carbono Neutro, otorgada por el Icontec. El sello lo obtuvo por neutralizar las emisiones de carbono generadas en sus procesos productivos y servicios logísticos. Así, la compañía avanzó en su compromiso de mitigar sus impactos en el medioambiente.

El año pasado, también dio un paso más al lograr que su marca Agua Cristal fuera la primera en Colombia en obtener la certificación como plástico neutro, otorgada por Icontec, luego de un proceso de revisión detallada de las dinámicas de economía circular que la compañía ha implementado para gestionar los materiales de envases y empaques que lleva al mercado.

Ese camino hacia la sostenibilidad no ha estado exento de desafíos. Martha Ruby Falla, directora de sostenibilidad de Postobón, destaca que la transición hacia prácticas más sostenibles requiere inversiones significativas y un cambio cultural dentro de la organización. “Transformar una compañía pensando en su huella de carbono es un proceso complejo, porque implica empezar a hacer las cosas de manera diferente, como contar con nuevas tecnologías, más investigación y desarrollo en el diseño de los productos, mayor eficiencia en la producción, planeación financiera y, sobre todo, el esfuerzo humano para movilizar a toda la compañía”, anotó.

Certificada como carbono neutro

En el caso de la certificación como carbono neutro, la compañía planteó un plan de acción riguroso para ser más eficiente en sus procesos energéticos a incorporar nuevas tecnologías y fuentes de energía como la fotovoltaica, a trabajar en el desarrollo de soluciones basadas en la naturaleza y a implementar procesos de renovación de la flota de transporte e incorporación de nuevos equipos con tecnologías bajas en emisiones, híbridas, a gas o eléctricas.

Si bien la preocupación por la sostenibilidad ha aumentado en el país, recientemente se intensificó con la promulgación de nuevas normativas, como el Programa de Sostenibilidad Empresarial de la Superintendencia de Sociedades. Esta iniciativa establece que las organizaciones deben presentar informes de sostenibilidad y tener metas ambientales a partir de 2025, en caso de registrar ingresos superiores a los 40.000 salarios mínimos.

En el caso de Postobón, su informe de sostenibilidad es robusto y, además de compilar la gestión de la organización, da cuenta de unas metas planteadas desde hace varios años, que mantiene en firme y retan a la organización a asumir con criterio de gestión asuntos sociales, ambientales y económicos que garanticen la sostenibilidad en el tiempo de la compañía.

“Es satisfactorio ver cómo los empleados vibran con Postobón BIO, que es la forma como llamamos a nuestra gestión medioambiental. También empezamos a ver el compromiso de todos los que hacen parte de nuestra cadena de valor, desde la producción hasta la distribución y el posconsumo. Contamos con proveedores que cada vez implementan mejores prácticas y otros que quieren hacerlo, los acompañamos metodológicamente. Al final, lo que buscamos es generar relaciones de confianza y credibilidad con los grupos de interés para que todos avancemos hacia un mundo sostenible”, concluyó Falla.

*Contenido elaborado con el apoyo de Postobón