Con una extensión de 478.000 kilómetros cuadrados, en Colombia se encuentra el 4,6 por ciento de la Amazonía, el pulmón verde del planeta. En este territorio, que abarca los departamentos de Amazonas, Caquetá, Guainía, Guaviare, Putumayo y Vaupés; se han registrado 1.309 especies de vertebrados según el Instituto Sinchi.

Esta riqueza, por la que Colombia es considerado el tercer país más biodiverso del mundo, se encuentra en riesgo. Según el Instituto, 36 especies tienen alguna categoría de amenaza. Otro de los peligros es la deforestación.

Contribuir activamente en la reversión de estas dinámicas a partir del desarrollo de proyectos sostenibles es una misión que se ha trazado Masbosques, una organización con 20 años de experiencia en los que ha sido protagonista en el cuidado de la biota en el territorio nacional.

En la Amazonía desarrolla actualmente siete proyectos de la mano de las comunidades indígenas. Según cifras oficiales en este territorio hay 178 resguardos, y la organización trabaja mancomunadamente con 86, ubicados en los departamentos de Guainía, Guaviare y Vaupés. El objetivo es claro: cuidar y conservar 2.380.398.064 hectáreas de bosques en pie.

Según Jaime Andrés García Urrea, director ejecutivo de la organización, “con la implementación de estos proyectos REDD+ buscamos mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) derivadas de la deforestación, fortalecer las capacidades de autogobierno de los pueblos indígenas e implementar acciones que contribuyan al mejoramiento de las condiciones de vida de las comunidades conforme a sus planes de vida.”

Con el proyecto Makaro en el Vaupés se logrará la reducción y/o remoción de 4.041.448 toneladas de CO2e en 30 años. | Foto: Corporación Masbosques

Un proyecto ambiental con grandes logros

En términos de descarbonización, las metas trazadas a 30 años buscan la reducción de cerca de 57 millones de toneladas de CO2e, algo en lo que los siete proyectos tienen un rol relevante, entre los que se encuentran:

  1. El proyecto Awakadaa Matsiadali en el departamento de Guainía busca la remoción de 11.302.487 toneladas de CO2e.
  1. El proyecto Awakadaa Jiduaa, también en Guainía, logrará la reducción y/o remoción de 13.142.060 toneladas de CO2e.
  1. El proyecto Jocū Bucūrō Apūrō en Guaviare logrará la reducción y/o remoción de 1.097.212 toneladas de CO2e.
  1. El proyecto Cavadacavᵾ Coreivᵾ Jocᵾ Bᵾcᵾro Rẽ, N̄ᵾjẽ N̄ecᵾvã Aiye Baquep, en el Vaupés logrará la reducción y/o remoción de 4.096.731 toneladas de CO2e.
  1. El proyecto Makaro Ap+ro en el Vaupés logrará la reducción y/o remoción de 4.041.448 toneladas de CO2e.
  1. El proyecto PITUGUCAJUDE en el Vaupésse busca la remoción de 8.305.318 toneladas de CO2e.
  1. El proyecto BAKA ROKARIRE ~IA TIR+~DITO en el Vaupés logrará la remoción de 15.724.369 toneladas de CO2e.

En este proceso, la organización ha alcanzado varios resultados tangibles en términos de mejorar la calidad de vida y la condiciones del entorno de las comunidades indígenas. Así, por ejemplo, en las ubicadas en el municipio de Taraira, Vaupés, se adelantaron proyectos comunitarios financiados con la compra de créditos de carbono que permitieron la construcción de 87 viviendas.

Otras 97 familias que participaron en actividades de reforestación de árboles, acción que les garantiza su seguridad alimentaria, recibieron insumos de primera necesidad. Por su parte, más de 283 familias de la asociación ACAPI adquirieron herramientas para sus labores de trabajo y 12 comunidades elementos clave para el transporte fluvial.

Además, la comunidad en ASATRIBVA (Asociación de Autoridades Tradicionales Indígenas del Bajo Vaupés), adquirió un bus tipo chiva para todos los habitantes de la zona y recibió un motocarro para transporte y producción, una maloca y un bus tipo chiva.

De otra parte, cerca de 60 familias recibieron bonos de reforestación, 80 estudiantes recibieron insumos educativos y otras 80 familias que participaron en actividades de reforestación del bosque pudieron hacer arreglos locativos en sus casetas y en 21 viviendas. En Mitú, las familias de la asociación AATICAM también pudieron mejorar la infraestructura de su territorio.

Los beneficiarios reconocen el efecto favorable de estos programas en sus comunidades.

Según el Payé de la comunidad indígena Piedra Ñi, “el programa está bien para mí como Payé. Si no hubiera recursos no tendría maloca y gracias a Masbosques que, aunque no son mi familia, me ayudaron. Se hizo la maloca para prevenir y cuidar la flora y la fauna, el río, los sitios sagrados porque esta es la vida de nosotros.”

Por su parte, Luz Mila Núñez, lideresa de la comunidad de Piedra Ñi, manifestó: “agradezco mucho a la Corporación Masbosques. Gracias a ustedes tenemos esta maloca donde la gente comparte, ahorita tenemos láminas gracias al programa que jamás en la vida tendríamos. De corazón, en representación de todas las mujeres de Piedra Ñi, les agradezco.”

Dos décadas de frutos

El desarrollo de los proyectos en las comunidades generan múltiples beneficios. En la dimensión medioambiental se promueve la conservación de los ecosistemas y la protección de la biodiversidad local y migratoria; se protegen los servicios ecosistémicos y se disminuye la vulnerabilidad por amenazas climáticas por medio de la gestión de proyectos de adaptación al cambio climático.

En la dimensión económica se destaca la formación y soporte técnico en el manejo financiero y administrativo de los recursos provenientes de los proyectos, y apoya las iniciativas de producción económica y desarrollo sostenible. Por su parte, en lo social se mejoran las condiciones de habitabilidad de las familias vinculadas a los proyectos, se promueve el acceso a la educación y da apoyo para la planificación territorial.

En 20 años de trabajo, la organización confirmó que las comunidades demuestran que es posible construir un mundo mejor y esta premisa valida su quehacer.

En este periodo consolidó la estrategia BancO2 como la principal vía de Pagos por Servicios Ambientales de Colombia, lo que ha permitido la conservación de más de 433.000 hectáreas de ecosistemas estratégicos del país y articular la participación de actores como empresas del sector privado y entes territoriales.

Gracias al trabajo de la organización en la conservación de los ecosistemas estratégicos y la inversión para lograrlo los beneficios se han extendido en todo el territorio nacional: cerca de 10.887 familias campesinas, 11.561 afrodescendientes y 212 comunidades indígenas han recibido acompañamiento para mejorar su calidad de vida.

Finalmente, Masbosques, con el apoyo de otros actores como el sector empresarial, las autoridades ambientales y las juntas de acción comunal, ha generado impacto en la biodiversidad del país al proteger cerca de 5.412 hectáreas con la siembra de 7.154.029 árboles en 28 departamentos.

*Contenido elaborado con el apoyo de Masbosques.