Desde la Primera Revolución Industrial, el ferrocarril ha sido clave para el desarrollo de las naciones. Por ejemplo, en Estados Unidos, primera potencia económica mundial, el 40 por ciento de la mercancía de larga distancia se moviliza por este medio de transporte, según Mordor Intelligence.
En Colombia, según el Ministerio de Transporte, a corte de marzo del 2024 se movilizaron por el territorio nacional 8 millones de toneladas de mercancías. Este resultado es gracias a la puesta en marcha del proyecto de reactivación del sistema férreo, que el Gobierno nacional incluyó en el Plan de Desarrollo 2022-2026, y cuya ejecución es liderada por la Agencia Nacional de Infraestructura (ANI).
El pasado 9 de julio, la ANI formalizó un memorando de entendimiento con el Metro de Medellín, con el que se busca contribuir a alcanzar el objetivo. En un escenario en el que históricamente Colombia ocupó puestos secundarios en el ranking de calidad del transporte férreo del Informe Global de Competitividad, este hecho constituye una acción efectiva para darle un vuelco a esa realidad.
Tomás Andrés Elejalde Escobar, gerente general del Metro de Medellín, valora la importancia de reactivar el sistema férreo nacional. “Lo consideramos de vital importancia para la sostenibilidad y la competitividad del país. Estamos convencidos que el futuro del transporte en general es el transporte sostenible, eléctrico, masivo y público, porque es imposible seguir moviéndose en las grandes ciudades solamente mediante transporte individual”.
Esta compañía con 29 años de existencia de naturaleza pública, cuyos máximos accionistas son el departamento de Antioquia y el distrito de Medellín, es la encargada de hacer el acompañamiento en el proceso de recuperación del material rodante, proceso para el cual ofrece valor agregado condensado en una serie de valores como el manejo de la tecnología, la calidad del equipo multidisciplinario de trabajo, la innovación y el conocimiento histórico del sector.
En términos operativos, al finalizar 2024 la compañía ha presupuestado iniciar el trabajo de prototipado y dependiendo de los resultados estima la intervención de 10 a 12 locomotoras para atender la demanda en los corredores viales del país. En este punto es importante señalar que la ANI opera 1.024 kilómetros de vías férreas distribuidos en los trayectos: La Dorada-Chiriguaná, Chiriguaná-Santa Marta y Bogotá-Belencito.
“Genera competitividad y beneficios medioambientales. Aunque no hemos hecho mediciones a nivel país, en la región tenemos indicadores del impacto del Metro de Medellín que podríamos extrapolar y en los que encontramos que en términos de descarbonización al año se redujeron más de 450.000 toneladas de CO2 en el Valle de Aburrá, se disminuyó entre 32 y 33 minutos en promedio el tiempo de los viajes y en 2023 generamos externalidades positivas por 4,76 billones de pesos”, aseguró.
Cultura metro
Con la puesta en marcha de este proyecto, el Metro de Medellín se prepara para celebrar sus 30 años, un tiempo en el que se han alcanzado hitos que benefician a millones de personas y generan desarrollo económico en el departamento y su capital.
Elejalde Escobar destacó dos: constituirse en el eje estructural de la movilidad regional y generar sostenibilidad y competitividad en este sector del país. También valoró la obtención de logros en la dimensión social como la generación de la Cultura Metro que ha permitido la apropiación de este sistema de transporte por parte de todos los grupos de interés, la promoción de la innovación a través del metrocable, que se ha replicado en otros lugares del mundo, y la producción de conocimiento y tecnología.
A pocos meses de la celebración de su aniversario, la compañía piensa en el futuro en términos de sostenibilidad financiera, lo que implica buscar nuevas fuentes de ingresos para no depender solo de los ocasionados por el concepto de cobro de la tarifa. Para ello desarrolló una línea de trabajo que permite ampliar los rubros a partir del mecanismo de captura de valor por el uso del suelo y la realización de las consultorías, cuyo proceso ya dio sus primeros pasos el año pasado cuando suscribió un contrato para operar el Metro de Quito junto con una empresa aliada.
“En el marco de los 30 años y de la sostenibilidad financiera del futuro de la empresa, esto es muy importante porque nos genera ingresos que nos apoyan en la renovación tecnológica y la implementación del sistema en el Valle de Aburrá. En 2014 y 2015 este tipo de ingresos no llegaban al 3% y eran básicamente por publicidad o venta y alquiler de espacios cercanos a las estaciones. Hoy ascienden al 12% y proyectamos elevarlos hasta 20%, lo cual es muy relevante porque pueden superar los 200.000 millones de pesos”, concluyó.
El Metro de Medellín es hoy un socio estratégico en el propósito nacional de reactivar el sistema férreo nacional y con ello contribuir al desarrollo económico y sostenible de Colombia.
*Contenido elaborado con el apoyo de Metro de Medellín.