Con 57 años de historia, Risaralda es uno de los departamentos más jóvenes de Colombia y hoy contribuye con el 1,6 por ciento del PIB nacional según el DANE. Aquí nació una de las marcas más queridas y reconocidas por los colombianos: Frisby. La idea que materializó una pareja de esposos ya cuenta con una red de 270 restaurantes distribuidos en 58 cabeceras municipales.
Este año ocupó el puesto 393 de las 1.000 empresas más grandes de Colombia, según la Superintendencia de Sociedades. Un resultado que en gran parte se debe al enfoque sostenible que ha tenido desde el comienzo su operación.
Según Liliana Restrepo Arenas, presidente y cofundadora, “el compromiso de Frisby S.A BIC con la sostenibilidad se funda en el propósito superior de alimentar con amor para contribuir al desarrollo del ser humano y transformar positivamente a la sociedad, como lo plantearon sus fundadores, como lo planteó junto con Alfredo Hoyos Mazuera, su esposo.
Este proceso comenzó por el interés de materializar el concepto de capitalismo consciente de la mano de Camino Frisby, una iniciativa que nació hace 46 años para promover el legado, los valores y la cultura organizacional de la compañía; además del modelo de liderazgo y la participación de los grupos de interés.
Este modelo se fundamenta en cuatro principios. El primero es el propósito superior mencionado anteriormente; el segundo es la cultura consciente que permite reconocer la importancia y el valor de cada miembro de la compañía en el cumplimiento de las metas trazadas; el tercero es el liderazgo consciente formando lideres, alineados con el propósito y los valores Frisby, y el cuarto es el relacionamiento con los grupos de interés, a los que les da protagonismo en la organización.
“En Frisby queremos contar siempre con los mejores aliados para lograr la transformación positiva del ser y la sociedad, construyendo con los grupos de interés relaciones con propósito que fomenten el desarrollo”, aseguró Restrepo Arenas.
Acciones contundentes
Carolina Posada Molina, gerente de Desarrollo Sostenible de la compañía, manifiesta que la sostenibilidad en la compañía se enfoca en las dimensiones social, ambiental y económica. En lo social se adelantan proyectos en tres frentes: educación formal, educación no formal y proyectos especiales. Entre los mayores logros se destaca el Instituto Tecnológico de Dosquebradas Alfredo Hoyos Mazuera, que hoy cuenta con 512 estudiantes desde preescolar hasta grado 11.
También promueve el emprendimiento y gracias al programa ACUMA, más de 500 jóvenes estudiantes desarrollan y fortalecen competencias en áreas como pensamiento creativo, solución de problemas, identificación de oportunidades, capacidad investigativa y prototipado rápido.
Otra de las facetas que ha fortalecido es la formación a Organizaciones sin fines de lucro, y son 18 las que participan de este proceso. En la dimensión ambiental, la compañía se trazó como meta superior convertirse en carbono neutro para el 2050, y adelanta acciones en varios frentes.
En el componente de cierre de ciclo ha mejorado el material de los empaques usando platos con plástico ciento por ciento reciclable, se eliminaron las bolsas en los cubiertos y se cambiaron los compoteros que ahora son 52 por ciento de piedra caliza. Esto permitió disminuir la huella de carbono 3,36 por ciento. En el componente de residuos con propósitos se recuperaron 35 toneladas para lograr una reducción total de la huella en 7,73 por ciento.
En el campo de la eficiencia energética se desarrollan prácticas de ahorro en toda la infraestructura de plantas, oficinas y restaurantes, contribuyendo a la meta de reducción de la huella de carbono La compañía se comprometió el año pasado con el Ministerio de Medio Ambiente a disminuir su huella de carbono en 50 por ciento para el 2030.
La visión de futuro de Frisby es ser una empresa consciente que busca alimentar con amor para tocar positivamente a cada persona y a la sociedad lo cual está materializado en el plan estratégico.
Después de 46 años, Frisby no solo es un jugador clave en la industria de alimentos en Colombia sino un caso de éxito de cómo adoptar un modelo de sostenibilidad que genere un impacto positivo en las comunidades y el ambiente.
*Contenido elaborado con apoyo de Frisby
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