“Las transformaciones que ha venido viviendo el país han conllevado a una nueva agenda pública que debe responder a estas mediante nuevos consensos sociales alrededor de políticas públicas en lo referido a acceso a la educación con calidad, acceso equitativo a la justicia, garantías de los derechos humanos fundamentales y entre otros, aseguramiento de los estándares de calidad de vida”.

Con estas palabras, el Dr. José Obdulio Curvelo Hassán, decano nacional de la Facultad de Contaduría Pública de la Universidad Cooperativa de Colombia, explica la coyuntura actual que vive Colombia y sostiene que la academia debe formar parte de este nuevo pacto social el cual enfrenta desafíos alrededor del incremento del déficit fiscal, en el cual ha incidido la pandemia, el envejecimiento de la población y el imaginario de las nuevas generaciones donde pagar impuestos y aportar para su jubilación son aspectos rechazados.

Por esto, considera el decano, se requiere un “nuevo acuerdo sobre recaudo fiscal e inversión social que genere garantías a la clase media, al micro y pequeño empresario, proteja las necesidades básicas de las poblaciones menos favorecidas y promueva la competitividad de las grandes empresas”.

En este sentido, es necesario, en su criterio, revisar temáticas que estén asociadas con la renta de capital, no solo de empresas sino de personas naturales, y reflexionar sobre un tema de gran importancia: el máximo de impuestos por familia en condiciones económicas vulnerables.

El papel de las universidades en el mercado laboral

Otros dos aspectos que Curvelo Hassán considera que deben tenerse cuenta son los cambios en el consumo, como, por ejemplo, el hecho de que las empresas ahora son virtuales y el poder radicarse donde quieran puede tener implicaciones sobre dónde pagan los impuestos y en qué contexto lo realizan.

También considera que la relación entre la fiscalidad y el tema ambiental debe tener en cuenta la protección de los productos de la canasta familiar, verificando algunas exenciones del IVA, toda vez que está demostrado la sensibilidad a cambios y la afectación que se generan en el consumo y, entre otros, aumentar la fiscalidad ambiental, toda vez que este tema sigue sin valorar los altos costos que debe asumir el Estado por ausencia de programa de reciclaje, el uso de envases plásticos, vertedero de desechos y materiales que son incinerados.

Curvelo Hassán explica que la academia debe participar de estas transformaciones y para ello es necesario formar profesionales capaces de aportarle a la sociedad las soluciones a las necesidades actuales.

“Hemos visto una gran limitación y es que los programas de formación que van relacionados con la generación de respuesta a estos nuevos fenómenos han conserva la estructura curricular de los programas de hace cien años. Pensamos y expresamos que la sociedad está pidiendo cambios, pero seguimos formado con estructuras tradicionales al abogado, tributarista, al administrador, etc.”.

Como resultado de esta reflexión, la facultad de Contaduría Pública de la Universidad Cooperativa de Colombia, en el marco de su sistema de aseguramiento de la calidad, ha concluido que los programas académicos deben promover la reflexión sobre las políticas de sostenibilidad para que haya equilibro entre lo social y lo ambiental y esto demanda profesionales que lideren estas actividades y promuevan una ética en los negocios.

Junto a lo anterior se ha evidenciado la necesidad de programas postgraduales como las especializaciones en Finanzas Corporativas y Riesgo Financiero y Gerencia de impuestos, así mismo, la Maestría en Aseguramiento Financiero y Sostenibilidad Corporativa con las que se pretende contribuir a la generación de respuesta a esta nueva realidad social, ambiental y de los negocios que vive la sociedad contemporánea.

Quienes estudien estos programas, además de los conocimientos propios de estas ramas del saber, adquirirán competencias gerenciales en impuestos y encontrarán opciones de trabajo en la ejecución de acuerdos globales y multilaterales, como, por ejemplo, los que han surgido a partir de la vinculación del país a la OCDE o la búsqueda de los objetivos de desarrollo sostenible. “Estos ámbitos de formación posibilitan comprender todo el tejido social y el ecosistema empresarial, por tanto, las competencias que desarrollan estos programas van dirigidas a cualquier profesional”, concluye el decano.