La palabra cáncer cambia la vida de personas y sus familias. Y no es para menos, ya que de acuerdo con cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año en Colombia se descubren cerca de 71.000 casos de esta patología.Con el diagnóstico, además de vivir con la enfermedad y de someterse a tratamientos médicos, los pacientes también enfrentan otros factores que afectan su calidad de vida en ámbitos como el emocional, familiar, laboral y personal. No obstante, tratar igualmente estas situaciones adicionales permite lograr una influencia positiva en el proceso y recuperación del paciente.A esto le apunta la Fundación Santa Fe de Bogotá que, con más de 45 años de ofrecer servicios integrales en salud y con más de 20 de liderar la atención a pacientes con cáncer, hoy pone a disposición de ellos y sus familias un servicio pionero en Colombia. Un modelo que une la experiencia de un equipo humano especializado en conjunto con tecnología de última generación, terapias complementarias al tratamiento y la articula con los procesos administrativos que facilitan la atención.Logra este objetivo desde su Instituto de Cáncer Carlos Ardila Lülle, un lugar diseñado especialmente para atender las necesidades de los pacientes que padecen esta patología. Lo hace desde el diagnóstico y tratamiento de la enfermedad, pero también desde el acompañamiento y la asesoría permanente de sus familiares y cuidadores, quienes también recorren este camino.LA ENFERMEDAD VISTA DESDE TODOS SUS ÁNGULOS
El Instituto de Cáncer Carlos Ardila Lülle cuenta con espacios que, además de ayudar al tratamiento físico, permiten la sanación mental y espiritual, como lo son la sala de meditación, zonas verdes y diseños interiores funcionalesTodos temen enfrentarse a un diagnóstico de cáncer, pues significa hacer una pausa en la rutina y asumir cambios inesperados en pro de la recuperación. Por eso, la Fundación Santa Fe de Bogotá asumió el reto de ofrecer a los pacientes un lugar donde se sientan lo más cómodos posible.Todo se resume en un servicio integral en el que el instituto trabaja para atender todos los frentes, al encaminar sus esfuerzos desde la prevención hasta el diagnóstico, el tratamiento, la rehabilitación, el cuidado paliativo y, sobre todo, el trabajo por mantener la calidad de vida de los pacientes y sus familias. Hoy logra esta meta gracias a la integración del equipo médico y asistencial con el tratamiento psicológico y espiritual. De esta manera, los pacientes reciben terapias complementarias como, por ejemplo, talleres de nutrición, musicoterapia, técnicas mente-cuerpo, talleres de maquillaje y peinado que ayudan a elevar su autoestima, pero sobre todo a contribuir con su proceso de recuperación.El paciente de cáncer necesita una atención oportuna y rápida en los momentos más sensibles del tratamiento, por esto, el instituto les permite a acceso permanente a la atención prioritaria de los especialistas tratantes. Así, obtienen soporte diario a las recaídas o síntomas que puedan presentar, en un lugar exclusivo para su atención y sin tener que acceder a los servicios de urgencias generales.“Ya no tengo que entrar por urgencias porque todo me lo hacen aquí. Las instalaciones y la calidad humana que hay en este lugar no las he visto en ninguna parte, ni como paciente ni como visitante. Ya estoy saliendo adelante y sé que todo va a salir bien. Solo puedo darle las gracias a la Fundación Santa Fe de Bogotá, pues a pesar de la enfermedad nunca me he sentido enferma”, comenta la paciente Guillermina Peña.DE LA MANO CON LA TECNOLOGÍACon el fin de trabajar con los más altos estándares, el Instituto de Cáncer Carlos Ardila Lülle, es la primera institución en Colombia en hacer uso del Watson for Oncology, un sistema de inteligencia artificial en la nube que brinda soporte médico a 13 tipos de cáncer. Esta tecnología aprovecha el poder de la inteligencia artificial y de los datos para clasificar las opciones de tratamiento. Ha sido entrenado por oncólogos del Memorial Sloan Kettering Cancer Center, ubicado en New York que, basados en escenarios reales de pacientes y en evidencia científica, proporciona una variedad de opciones de tratamiento. En la actualidad, 230 hospitales y organizaciones de salud en 13 países del mundo utilizan esta tenología y respaldan la atención de más de 84.000 pacientes (a finales de junio de 2018).DEL LADO DEL PACIENTE
El instituto se centra en el servicio integral, atendiendo de esta manera todos los frentes de la enfermedad.El Instituto de Cáncer Carlos Ardila Lülle es un lugar atípico, pues no tiene en absoluto la atmósfera hospitalaria tradicional. Cada detalle está pensado en que los pacientes y sus familias se sientan tranquilos, en un ambiente amigable, pero con todo lo necesario para su atención.Es así como en todos los pisos de este instituto es posible encontrar una infraestructura moderna y acogedora, en la que están dispuestos los equipos y lugares fundamentales para el tratamiento médico. Pero también espacios diversos para la sanación mental y espiritual como, por ejemplo, la sala de meditación, salones para las terapias complementarias y un espacio cálido con zonas verdes y diseños interiores funcionales.“El cáncer nos muestra que la vida tiene otras facetas y que es el momento para que hagamos lo que no hemos hecho. Este es un lugar al que vengo tranquila y confiada en que no me va a pasar nada porque todo lo que acá hacen es por mi bienestar. El personal es increíble”, afirma la paciente Nelly Hernández.De igual manera, el edificio cuenta con salas individualizadas de quimioterapia, equipos de última generación de radiología convencional, cubículos para atención prioritaria, áreas privadas para pediatría, consultorios para consulta médica especializada, servicio de laboratorio, farmacia para que el paciente disponga de sus medicamentos de inmediato y un servicio de hospicio como la mejor manera de dar cuidado al final de la vida, para los casos que así lo requieran.La Fundación Santa Fe de Bogotá, que cuenta con más de 45 años de experiencia en ofrecer servicios integrales en salud y con más de 20 años de liderar la atención a pacientes con cáncer, hoy pone a su disposición un servicio pionero en Colombia.