Es inolvidable la cara de expectativa y de ilusión que tenían Teresita de Jesús Cadavid y dos de sus cuatro hijos que aún viven con ella, mientras esperaban el turno para recibir su vivienda en el barrio La Conchita, en el municipio de Carolina del Príncipe, al norte de Antioquia, a dos horas de Medellín. De vivir en una casa en arriendo en la zona céntrica de esta población, pasarán a disfrutar de un hogar propio en un sector privilegiado en el que abunda el verde de la naturaleza, la frescura del aire puro y una tranquilidad que cualquiera envidiaría.
Teresita resultó seleccionada como una de las beneficiarias del programa Mi Hábitat, luego de un análisis hecho por la Fundación Catalina Muñoz, que tuvo en cuenta criterios sociales y económicos para elegir a las familias. Aunque todavía faltan detalles para que puedan mudarse, como las instalaciones sanitarias y el acceso a agua potable, la espera valdrá la pena. Son viviendas de 40 metros cuadrados con dos habitaciones, baño, sala, comedor y cocina.
Al igual que la de Teresita, otras 17 familias víctimas de la ola invernal y beneficiarias de un auxilio para el pago del arriendo por parte de la Alcaldía Municipal, celebraron este martes 23 de enero al recibir las llaves del que será su nuevo hogar. Diez de ellas estrenarán casa y otras ocho disfrutarán de sus espacios renovados gracias a las obras de mejoramiento que realizaron Homecenter y Constructor, aliados del programa Mi Hábitat.
Carolina del Príncipe es el cuarto municipio del país al que llega esta iniciativa, luego de haber impactado de forma positiva a más de 14.800 personas en Puerto Colombia (Atlántico), Madrid (Cundinamarca) y Yumbo (Valle).
Se trata de un trabajo conjunto que lideran Sodimac Corona y sus marcas Homecenter y Constructor, con el apoyo de aliados estratégicos como la Fundación Catalina Muñoz y el Taller de Sueños de la Fundación Imusa Samurai, y de autoridades locales, en este caso la Alcaldía de Carolina del Príncipe y la Empresa de Vivienda de Antioquia (VIVA). Además contó con la participación de más de 160 voluntarios que donaron su trabajo para permitir que estas familias vivan el sueño de tener techo propio.
Hacer del mundo un lugar mejor
Andrea Carolina González, especialista en Responsabilidad Social y líder del programa Mi Hábitat, explicó que la selección tanto del municipio como de las familias beneficiarias se hace con base en indicadores de necesidades básicas insatisfechas, déficit habitacional y déficit cuantitativo de vivienda. Al cruzar estos datos, se determinan cuáles son las poblaciones que desean impactar y las comunidades que más requieren de esta atención.
“Buscamos brindar una vivienda digna a las familias que no la tienen. Cuando identificamos el municipio y las comunidades que queremos atender, buscamos aliados estratégicos que nos ayuden a lograrlo”, expresó González.
En el caso de Carolina del Príncipe, aunque son sólo 4.000 habitantes, el déficit habitacional es del 12,3 por ciento. Las familias seleccionadas reciben visitas técnicas para verificar que sus condiciones sociales y económicas se ajustan a los requisitos que se exigen para la entrega de las viviendas.
En ese proceso es clave la Fundación Catalina Muñoz, que se encarga de esta labor. Gohard Giraldo, su director ejecutivo, señaló que su interés es trabajar por las personas que viven en situación de pobreza extrema en Colombia, y su participación en este programa se correlaciona con la necesidad de acceder a unas condiciones de habitabilidad dignas.
“Priorizamos familias en condiciones de pobreza extrema, con niños menores de 12 años, personas de la tercera edad o con algún tipo de discapacidad. Deben contar con su terreno en sana posesión, con la autorización de las autoridades locales para poder desarrollar este tipo de proyectos y que no se encuentren en zonas de alto riesgo”, señaló Giraldo.
Por otro lado, a las marcas también les interesa que las familias se empoderen del proceso y que no sea solo entregarles un techo y unos ladrillos, sino que haya componentes de sostenibilidad que garanticen que el impacto sea de largo plazo. Por eso, además de las viviendas, el proyecto Mi Hábitat entregó una huerta comunitaria con la siembra de especies que muy pronto entreguen alimentos a los habitantes, un parque infantil para el esparcimiento de los niños y el mejoramiento de una institución educativa aledaña.
El programa incluyó la organización de unos talleres comunitarios en los que la comunidad recibe capacitaciones por parte de expertos de Homecenter y Constructor en diversos temas que les ayudarán a mantener en buenas condiciones sus viviendas.
La participación de la Alcaldía Municipal y de VIVA asegura el compromiso de las autoridades locales y regionales para que el hábitat que les fue entregado a las familias permanezca en el mejor estado posible en cuanto a la accesibilidad de los servicios públicos esenciales para sus ocupantes.
Según Rodrigo Hernández, gerente de VIVA, “este tipo de iniciativas aportan mucho porque nuestros principales aliados en la reducción del déficit habitacional de Antioquia son los municipios y, por supuesto, grupos empresariales como Homecenter y Constructor. Entre todos podemos alcanzar la meta que tenemos en el departamento de entregar 150.000 soluciones de vivienda, entre ellas 50.000 viviendas nuevas, de tal suerte que esta alianza público privada va a afianzarse mucho en ese periodo de gobierno para lograr materializar los sueños de tantas familias”.
Por último, Ana Isabel Avendaño, alcaldesa de Carolina del Príncipe, celebró la llegada de esta iniciativa a su población, pues familias que hace diez años perdieron sus viviendas hoy disfrutan de un hogar nuevo o mejorado.