A Jennifer Vásquez una enfermedad huérfana la dejó postrada en una cama durante más de 13 años. Experimentó desde el coma hasta la parálisis total. “Fue una situación muy repentina, de un día para otro. Yo era muy activa, de hecho no me quedaba quieta. Estudiaba, trabajaba y bailaba un montón. Un día me subí a un bus y comencé a sentirme muy cansada; no sentía dolor, pero me sentía rara. Cuando me quise bajar no tuve la fuerza, me ayudaron y con dificultad llegué a la oficina. Ahí fue cuando me paralicé”.
Una fuerza interior la llevó a rechazar la eutanasia y a emprender un proceso de sanación, a través de la mente y su conexión espiritual. En este proceso, Jennifer conoció el poder que tiene la mente para calmar, mejorar y hasta sanar el cuerpo. Enfocó sus pensamientos y visualizó escenarios, hasta que logró por sí misma satisfacer necesidades básicas como comer y beber.
“Volver a nacer”. Así describe lo que ha vivido. Con los años, es tanto lo que ha logrado avanzar que hoy trabaja en Teleperformance, una empresa reconocida por su espíritu incluyente y por favorecer la diversidad entre sus colaboradores. En Teleperformance trabajan jóvenes, población LGBTIQ+, en condición de migración, madres cabeza de familia, personas en condición de discapacidad, étnicos, afrodescendientes, entre otros.
Hoy en día, esta empresa genera más 19 mil empleos directos en el país, recibió la certificación con el estándar ISO 30415 Modelo AENOR, que califica el Sistema de Diversidad, Equidad e Inclusión. A la fecha, es la única compañía en la región con este reconocimiento.
¿Cómo ha sido todo el proceso de su enfermedad?
Jennifer Vásquez: Ha sido bastante impactante para mí. He vivido con esto ya 15 años y ha sido un proceso de avances pequeños, pero significativos. Estuve totalmente paralizada y consciente de lo que sucedía en mi entorno sin la posibilidad de decir o hacer algo. Recuerdo que viví una gran victoria cuando pude mover uno de mis párpados y comencé a comunicarme a través de estos. Fue un proceso muy largo en el que mi mente, espíritu y cuerpo vivieron demasiados retos.
¿Qué tan difícil ha sido vincularse nuevamente al mundo laboral?
J.V.: La verdad mi percepción es muy positiva. En Teleperformance me abrieron las puertas cuando decidí que ya podía buscar empleo.
¿Qué destacaría de esa experiencia?
J.V.: Trabajo en mi hogar. Hago teletrabajo y apoyó una de las principales empresas de la industria de automóviles en el mundo. Tengo un equipo que me cuida mucho y he aprendido un montón. Además, he tenido la oportunidad de crecer dentro de la compañía y me queda tiempo para estudiar.
¿Qué estudia?
J.V.: Psicología. Estoy convencida de que la mente es algo muy poderoso.
¿A qué factores le atribuye haber conseguido ese bienestar laboral?
J.V.: En TP, como le decimos a Teleperformance, hay un programa de inclusión sociolaboral que ha contribuido con la incorporación de distintas poblaciones a la compañía. Siento que hay un compromiso por involucrar a todos y eso es importante. Además, considero que brinda muchas oportunidades, como el trabajo en casa, el uso de herramientas digitales, el crecimiento interno y claramente los beneficios que ofrece. De hecho, para mí trabajar también fue un instrumento de sanación. Cuando me incorporé a la vida laboral utilizaba una silla de ruedas y eso me ayudó a levantarme. Hoy uso muletas, estar activa fue un estímulo importante.
¿Por qué considera que es tan importante fomentar la diversidad e inclusión laboral?
J.V.: La verdad es que hay muchas poblaciones que tienen las oportunidades un poco más limitadas. Creo que el compromiso es necesario y desde ahí reflexionar en las oportunidades de inclusión que se pueden generar. Yo siento que he podido aportar desde mi talento y que tengo mucho más que dar.
*Contenido elaborado con apoyo de Teleperformance Colombia.
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