Actualmente, invertir en el sector inmobiliario es una opción atractiva para los colombianos, y las razones son varias: hay una amplia oferta para todo tipo de presupuestos, los proyectos se están adelantando en todo el territorio nacional, no se necesita ser un experto para entrar al negocio, existen facilidades de pago, son inversiones casi que seguras porque su valorización normalmente está al alza, y el Gobierno y otro tipo de entidades como las cajas de compensación están ofreciendo subsidios y programas especiales.
A lo anterior se suman las diferentes ferias virtuales como la Gran Vitrina Inmobiliaria, que se llevará a cabo del 12 al 24 de julio, y que son el espacio ideal para enterarse de las últimas novedades del mercado, conocer en detalle los proyectos, recibir todo tipo de asesoría e iniciar el proceso de compra, todo sin tener que desplazarse. Así mismo, estos espacios son clave para identificar qué empresas están detrás de los proyectos.
Así las cosas, podría decirse que en el país las condiciones están dadas para que quienes quieren tener un techo propio o hacer una inversión de este tipo para beneficio económico, se animen a hacerla.
Justamente esas garantías le han dado un impulso no solo al sector de la construcción como tal, sino a la economía. Según Sandra Forero, presidenta de la Cámara Colombiana de la Construcción (Camacol), para este año se espera que la venta de vivienda registre un incremento de 7,4 por ciento, en relación con el balance alcanzado en 2020.
“Para este año, nuestras proyecciones sectoriales nos indican que se venderán 195.545 unidades de vivienda, donde la inversión tendría un incremento de 4,1 por ciento, llegando a 34,8 billones de pesos”, señala la dirigente gremial.
Las ventajas
Según el Dane, el déficit habitacional en el país afecta al 36,5 por ciento de los colombianos, eso quiere decir que 18,2 millones de personas no tienen techo propio o su inmueble no ofrece las condiciones necesarias para disfrutar de una buena calidad de vida.
Por eso, cuando en el país surgen momentos como los actuales, donde las condiciones para adquirir vivienda son muy favorables, vale la pena tomar la decisión.
Estudios han comprobado que cuando se adquiere una vivienda propia el núcleo familiar se siente más seguro desde el punto de vista financiero, además, también se da un impulso a la consecución de nuevas metas y a la realización de nuevos proyectos. De esta forma, el efecto positivo que tiene un techo propio en una persona o una familia se refleja en la construcción de una sociedad más justa y amable.
Pero además del aspecto emocional, invertir en finca raíz también es muy rentable, y un ejemplo palpable es lo que sucede cuando se compra vivienda sobre planos, pues mientras se paga la cuota inicial, esta, aún sin estar construida, gana valorización mientras se desarrolla el proyecto. Esto explica por qué un inmueble, una vez finalizado y puesto en venta, tiene un valor superior al que originalmente pagó el comprador. Esa diferencia es, justamente, la valorización.
Otra ventaja que se debe tener en cuenta es la rentabilidad que puede llegar a ofrecer una casa o apartamento cuando se destina a arrendamiento. Hoy en día, muchas de estas inversiones se hacen con ese objetivo, especialmente entre quienes ya tienen vivienda propia, pues al percibir un ingreso mensual fijo, el propietario puede pagar la cuota del crédito hipotecario o contar con ese dinero como un ingreso adicional.
Lo que debe tener en cuenta antes de comprar vivienda
Aunque históricamente se ha comprobado que adquirir una vivienda es una muy buena decisión desde diferentes puntos de vista, lo cierto es que, como toda inversión o negocio, existen riesgos que no se deben pasar por alto.
En el caso de la finca raíz, el éxito de la inversión está atado al tipo de inmueble, a sus características físicas, a los acabados y a su estrato. Pero, también, a la ubicación geográfica dentro de una ciudad, a la facilidad para acceder a transporte público, y a la cercanía al comercio, al entretenimiento y a servicios como educación y salud.
De estos componentes dependerá, en gran medida, la valorización de la propiedad, así como la posibilidad de arrendarla en un menor o mayor tiempo.
Por eso, antes de hacer una inversión de esta magnitud, vale la pena conocer en detalle el proyecto, quién lo construye, qué fiducia lo respalda, si se cuenta con los recursos económicos suficientes y si, en términos generales, ese inmueble se adapta a las necesidades de quien compra.
Si usted está interesado en adquirir vivienda, puede buscar asesoría o respaldo en las ferias virtuales. Allí, las propias compañías se encargan de darle a conocer no solo la oferta, sino también los requisitos y trámites que debe realizar para seguir adelante con la compra. Un ejemplo de ello es Coninsa, que, con proyectos en Bogotá, Medellín, Barranquilla y Santa Marta, ofrece, además de asesoría, facilidades de pago a sus clientes.