Sin duda, trabajar y desarrollarse profesionalmente es una de las grandes metas para la mayoría de las personas. Sin embargo, la actual competitividad laboral demanda largas jornadas de trabajo, más responsabilidades y mayores niveles de estrés, en especial, para los altos ejecutivos de las compañías. De acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde), en países en vía de desarrollo como Turquía, México y Colombia, su fuerza laboral trabaja más de 50 horas a la semana, lo que puede ocasionar que no exista un balance adecuado entre la oficina y la vida personal, afectando la salud y el bienestar de los empleados. Un informe realizado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) señala que al año más de 374 millones de personas en el mundo sufren lesiones o enfermedades relacionadas con el trabajo y que el ausentismo laboral como consecuencia de estas incapacidades puede representar el 4 por ciento del producto interno bruto global. Estas cifras han motivado una cultura de prevención, en la que se fomente la responsabilidad compartida y el autocuidado, y en la que el sector salud es pieza clave en esta corresponsabilidad. El Hospital Universitario de la Fundación Santa Fe de Bogotá es una de las instituciones que adelanta este tipo de programas de prevención, pensados tanto para trabajadores como para cualquier tipo de población. Uno de ellos es el servicio de chequeo ejecutivo, que tiene como propósito evaluar el estado de salud de los pacientes, sin la necesidad de que en ese momento exista algún síntoma en particular. De esta manera, y gracias a un equipo de profesionales en distintas especialidades, apoyado de una moderna infraestructura y la más alta tecnología, la institución entrega un diagnóstico clínico de cada consulta. Esta revisión permite detectar de manera temprana posibles enfermedades o factores de riesgo que pueden afectar la salud en el futuro, con el propósito de intervenir a tiempo y de forma exitosa. ¿Cómo funciona?En un tiempo aproximado de tres a cuatro horas, los pacientes son valorados por un médico internista, quien hace una historia clínica detallada y un examen físico general. Para el caso de las mujeres, además se incluye una consulta con el ginecólogo.La evaluación se complementa con exámenes de audiometría, oftalmología y nutrición, pruebas de laboratorio, imágenes diagnósticas (radiografías, ecografías y mamografías) y una prueba de esfuerzo cardiovascular. De acuerdo con el diagnóstico entregado, el paciente o su médico internista puede solicitar exámenes adicionales, que, aunque no estén incluidos dentro del chequeo ejecutivo, también son realizados por la Fundación Santa Fe de Bogotá. Entre estos, valoración con medicina del deporte, espirometría, consulta con nutricionista para pacientes obesos, colonoscopia real o virtual para pacientes con historia familiar de cáncer de colon, y doppler de arterias carótidas en hipertensos mayores de 60 años. Para la institución, el servicio de chequeo ejecutivo se convierte en una herramienta de prevención vital, teniendo en cuenta que a través de todos los exámenes diagnósticos es posible detectar patologías, como alteraciones metabólicas, hipertensión arterial, enfermedad coronaria, cáncer, enfermedades úlcero-pépticas, reflujo gastroesofágico y alteraciones oculares, entre otras.