Después de la pandemia, los procesos educativos se transformaron y los educadores hoy deben enfrentarse a esta realidad. Entender que la metodología para aproximarse al conocimiento cambió. La reflexión es de Manuelita Orozco, rectora académica del Nuevo Colegio del Prado de Barranquilla, una de las instituciones educativas referentes en la Costa Caribe.
Precisamente asumir esa transformación es lo que ha permitido que el colegio se haya mantenido durante los últimos 8 años entre los mejores 25 del país, además de haber obtenido el reconocimiento del Col-sapiens como un colegio D2 AA y la clasificación en el ranking de los 100 mejores por materia en 4 de las 5 áreas evaluadas.
“Estos resultados son producto de un trabajo en equipo, de nuestro acompañamiento constante. Vamos guiando permanentemente el camino del aprendizaje, propiciando el desarrollo del pensamiento crítico y creativo que convierta a los jóvenes estudiantes en personas capaces de tomar decisiones convenientes con libertad y responsabilidad. Otro aspecto fundamental de nuestra oferta educativa es la formación en valores, educando a nuestros estudiantes sobre los riesgos inminentes a los que se ven abocados en la sociedad actual”, asegura Orozco.
Adicionalmente, entendiendo que los niños y jóvenes de hoy son nativos digitales, el colegio se ha preocupado por incluir recursos que permitan mejorar el proceso de aprendizaje y la relación con los padres y la sociedad a través del uso de la tecnología. También es consciente que la pandemia aceleró el proceso de digitalización y por ello adquirió plataformas tecnológicas para hacer que el conocimiento pueda apropiarse a través de materiales didácticos alternativos que resultan más atractivos y enriquecedores; se tecnificaron los canales para mejorar la comunicación con los docentes y directivos y la retroalimentación de los padres sobre el desarrollo académico, emocional y disciplinario de sus hijos.
“Hoy por hoy todos nuestros estudiantes cuentan con una cuenta institucional educativa de Google que les permite usar diversas aplicaciones educativas virtuales y estar al día con los últimos avances en las diferentes áreas del saber”, explica Orozco.
Otro de los aspectos por los que se ha preocupado el Nuevo Colegio del Prado es por crear un buen ambiente entre los estudiantes. De hecho, es una de las 50 instituciones del país en obtener la certificación “Great Place to Study”, que refleja los niveles de satisfacción entre estudiantes, padres y docentes.
El camino a la excelencia ha estado marcado por la calidad del conocimiento, el fomento de la investigación, el bilingüismo (los estudiantes tienen nivel C1 o B2 en las pruebas de certificación internacional), y el fortalecimiento de las competencias del ser, por lo que ha establecido alianzas estratégicas con varias entidades como Red PaPaz y la Promotora de Excelencia Personal (PEP).
A través del convenio con Red PaPaz se busca garantizar la protección de los derechos de los niños y adolescentes y fortalecer las capacidades de los adultos que conforman su entorno para garantizar su efectivo cumplimiento. La segunda alianza propende por promover la excelencia personal mediante programas de formación en liderazgo dirigidos a estudiantes, profesores y directivos.
El compromiso de un colegio, puntualiza Orozco, es precisamente ese: formar a personas que no solamente tenga un prominente futuro como universitarios (muchos de sus estudiantes acceden con méritos a las más importantes universidades del país), sino que sus egresados sean pieza fundamental en la sociedad, tomando posiciones de liderazgo en diversas instancias.
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