Además de tener habilidades técnicas y tecnológicas para entrar al mundo laboral, las empresas buscan talento humano con ‘habilidades blandas’, que no solo incrementan la productividad sino que favorecen a un ambiente de trabajo armónico. No solo es vital capacitar en tecnologías de la información o gestión de proyectos, sino en comunicación asertiva, capacidad de liderazgo, empatía y trabajo en equipo, competencias que hoy demanda el sector productivo a nivel nacional y global.
“Para lograr este conjunto de habilidades es necesario tener una formación integral desde la primera infancia hasta la educación superior”, explica Sonia Durán, gerente de Educación, Cultura y Productividad de Colsubsidio. Durante los primeros años de vida escolar, dice, el modelo educativo de Colsubsidio potencia las habilidades blandas, las competencias interculturales y el aprendizaje de inglés, claves para “convertirse en ciudadanos globales con valores y responsabilidad social”, agrega.
Luego, estas se conectan con las habilidades técnicas y tecnológicas que ofrece la educación superior. La formación a lo largo de la vida debe ir encaminada tanto al desarrollo personal de los estudiantes como a su preparación en competencias que aporten al crecimiento empresarial y al bienestar de la sociedad, lo que se traduce en un país más competitivo.
Las empresas saben de las cualidades que necesitan sus trabajadores, y las instituciones educativas tienen las herramientas y los profesionales para formar en dichas habilidades y competencias. Un proceso educativo que no tenga en cuenta el contexto y las necesidades empresariales, como explica Durán, no será capaz de formar a personas que tengan las herramientas para aportar a su entorno.
“Desde Colsubsidio Educación Tecnológica, CET, entendimos este proceso y lo estamos aplicando”, dice. Y atendiendo las demandas del sector productivo colombiano, CET ofrece programas técnicos y tecnológicos en gestión logística nacional e internacional; gestión de calidad en seguridad y salud en el trabajo y ambiente; regencia de farmacia; gestión de infraestructura TIC; auxiliar administrativo y auxiliar de cocina. Todos estos programas –afirma la gerente de Educación, Cultura y Productividad de Colsubsidio– ayudan a garantizar la empleabilidad de sus egresados.
Finalmente, y con el ánimo de eliminar brechas sociales, la oferta educativa de Colsubsidio se adapta a los diferentes contextos sociales y económicos de sus estudiantes, y ofrece distintas modalidades, con flexibilidad horaria: virtual, presencial y mixta. “La clave de nuestro modelo es entender muy bien las necesidades del estudiante”, concluye Durán.
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