En el camino hacia una mayor competitividad resulta esencial evaluar las capacidades laborales de las que dispone un país, pues estas determinan cómo los sectores productivos están aprovechando el talento y jalonando el crecimiento económico. Al hablar de productividad es necesario referirse a la educación, la columna vertebral del desarrollo de cualquier país, ya que en todos los niveles cumple un rol relevante para la competitividad.
Si bien los desafíos de cara a una mayor cobertura en educación media son apremiantes para Colombia, hoy el país parte de una base sólida para apalancar desde la formación superior un mayor ritmo productivo y, como consecuencia, mejorar la calidad de vida de sus habitantes. Según la Ocde, en Colombia el 67 por ciento de los jóvenes consiguieron el título de bachiller, y un estudio reciente de la Universidad Javeriana muestra que de ese porcentaje solo el 26 por ciento eligieron continuar sus estudios y poco más de la mitad ingresa a instituciones sin acreditación.
El problema grueso, entonces, se traduce en acceso a la educación superior, técnica y tecnológica, lo cual genera una mayor brecha social, aumento en el gasto público y una informalidad creciente, pero además estos retos se reflejan en una industria que no encuentra en el recurso humano las respuestas a las demandas que exige el mercado.
Buscando dar solución a esta problemática, desde Colsubsidio se trabaja en diferentes frentes, con el convencimiento de que una educación de calidad es el camino para apalancar el desarrollo y la competitividad del país. Después de los estragos socioeconómicos que dejó la pandemia, esta corporación comprendió la urgencia de insertar al mercado nuevas habilidades y aprendizajes para los jóvenes colombianos.
Por eso la CET - Colsubsidio Educación Tecnológica combina las ventajas que ofrece la educación para el trabajo, el desarrollo humano y un portafolio de cursos cortos. Colsubsidio le apuesta a la educación técnica y tecnológica como agentes transformadores y dinamizadores, mostrándoles a las empresas la importancia de estos profesionales para el incremento de su productividad.
Esto cobra especial importancia en la pospandemia, por tratarse de eficientes vehículos de movilidad social e impulso económico para los países. Así lo estimó en septiembre de este año el Banco Mundial, cuando aconsejó a las naciones latinoamericanas insertar a más jóvenes en el mercado formal de trabajo. Según un informe de esta organización, los técnicos y tecnólogos tienen salarios 60 por ciento más altos que los que ganan quienes solo alcanzaron un título secundario.
La invitación de Colsubsidio es a que haya una articulación entre los sectores público, privado y academia para llevar educación de calidad, ampliando la cobertura en Colombia y generando opciones a los jóvenes con programas técnicos y tecnológicos, que le permitan a las empresas ofrecer más oportunidades laborales.
En cifras
- 67 por ciento de los jóvenes consiguieron el título de bachiller en Colombia, según la Ocde.
- 26 por ciento de ellos eligieron continuar sus estudios y un poco más de la mitad ingresó a instituciones sin acreditación, reveló un estudio de la Universidad Javeriana.