La pandemia por la covid-19 ha puesto a prueba a la economía y ha llevado a que las inversiones de personas y empresas sean mucho más cuidadas y dirigidas a sectores con menores riesgos a las fluctuaciones del mercado. También, la situación contribuyó a que se fusionaran los espacios de la ciudad en uno solo (hogar, oficina y entretenimiento) y, por lo tanto, se incrementó el interés en las viviendas y espacios que se ajusten a las nuevas necesidades de las personas.

Esa necesidad de diversificar el hogar coincidió con los más de 200.000 subsidios para VIS y No VIS del Gobierno, la estabilidad en las tasas de interés y el aumento de la oferta de proyectos.

Ese interés por inversiones a largo plazo, como es el caso de la finca raíz, ha permitido que el 2021 sea un año histórico para el sector de la construcción. Según Camacol, solo en el primer semestre se vendieron 133.419 viviendas, 38,2 por ciento más que en 2020. Además, la reactivación también ha generado, hasta hoy, 1,5 millones de empleos; así como créditos hipotecarios por 20,6 billones de pesos y 100.535 obras, una cifra que no se registraba desde 2017.

La calidad y la creatividad han sido elementos clave para el desempeño exitoso de los jugadores del sector. En el caso de la constructora Amarilo, la apuesta es por proyectos concebidos como ‘Ciudad dentro de la ciudad’, que además de vivienda, las comunidades tienen acceso a comercio, vías, instituciones educativas, entidades de salud, espacios de recreación y todos los servicios complementarios necesarios.

Acompañamiento

Para Amarilo, la educación financiera de sus clientes también hace parte fundamental de su relación a largo plazo. Por esta razón, pone a su disposición diferentes herramientas que les permitan tomar decisiones conscientes, programadas y acertadas frente a su inversión en finca raíz.

“A través de programas como Academia de Soñadores les ofrecemos a nuestros clientes recomendaciones para la compra, guías y consejos para que inviertan de manera segura y confiable, tales como la definición del presupuesto; la estimación de gastos adicionales; la elección del inmueble; la verificación de su actual estado y sobre su entorno”, señala Roberto Moreno, presidente de Amarilo.

Hoy, en el mercado colombiano y en todo el país existe un variado portafolio de inversión, con opciones en VIS, No VIS y segunda vivienda que responden a la diversidad de familias.