¿Qué podrían tener en común un taller de costura en el municipio de San Gil, una tienda de víveres en Zapatoca, una finca en el municipio de Galán y la tienda Juli en el Hato? Todos son negocios que mueven la economía en Santander y todos lograron salir adelante gracias al apoyo de la cooperativa Coomuldesa.
Ana Dolores Vecino se asoció hace 30 años a esta cooperativa de la que hacen parte más de 196.000 asociados. Su primer préstamo fue por 80.000 pesos para comprar las argollas de matrimonio y a partir de ahí ella y su esposo se han apalancado en la cooperativa para construir su patrimonio y financiar los estudios universitarios de sus dos hijos.
Ella era docente; hoy es empresaria. Tiene una tienda de víveres en Zapatoca, mientras su esposo -también empresario- tiene fincas en el municipio de Galán, donde cría cerdos y tiene ganado de engorde y producción de leche.
La historia de Julieta Cala Toloza es similar. Su tienda de víveres está ubicada en el municipio del Hato, en donde ha tenido la posibilidad de invertir en diferentes proyectos, comprar los carros para el transporte del mercado y acceder al Crediestudio para su hija. Destacó las facilidades que ofrece Coomuldesa para acceder al crédito y pagarlo en cuotas, con intereses más bajos que los de las otras alternativas financieras que hay en su municipio.
Para Robinson Albeiro Vargas Cristancho, gerente general de Coomuldesa, “han sido 62 años satisfactorios, que se reflejan en historias como las de Ana, Julieta y cientos de negocios en Boyacá y Santander”. La cooperativa de ahorro y crédito, que nació por iniciativa de 34 asociados en el municipio de Galán, Santander, es hoy la cuarta más grande del país por valor de activos, que en su caso se acercan a 780.000 millones de pesos. Cuenta con 31 oficinas distribuidas en 27 municipios de Santander y cuatro de Boyacá, y tiene 43 corresponsales en puntos estratégicos de estos dos departamentos.
En Bogotá cuenta con más de 3.000 asociados y una gran proyección para seguir creciendo, apoyada en canales digitales que están próximos a lanzar. La evolución que ha logrado la cooperativa se atribuye, en parte, a la confianza de los asociados y al manejo empresarial que se le ha dado, especialmente desde 1984 cuando se empezaron a fortalecer los pilares financiero y social.
Según Vargas, en un segmento tan competido como el financiero, existen 172 cooperativas de ahorro y crédito que tienen una participación menor al 3 por ciento del mercado nacional. Sus indicadores positivos son un reflejo de que las cosas se están haciendo bien.
Este año Coomuldesa espera superar los 200.000 asociados y sobrepasar los 800.000 millones de pesos en activos. Para lograrlo, abrirá en los próximos días canales de atención virtual, que facilitarán el acceso a créditos en línea, con montos de hasta 5 millones de pesos, sin necesidad de ir a ninguna oficina. Adicionalmente, ampliará sus programas sociales para llevar salud a las veredas, entregar kits escolares y aportar al desarrollo social y económico de las familias que habitan en los territorios donde hace presencia.
*Contenido elaborado con el apoyo de Coomuldesa.