Con el paso de los años, tus capacidades y la resistencia de tu cuerpo han cambiado. Antes de iniciar, consulta al especialista y realízate exámenes médicos para conocer el estado de tu salud.Una vez hayas iniciado y estés habituado, complementa la rutina con alimentación balanceada. Asesórate de un especialista en nutrición para que te recete la dieta apropiada para tus necesidades físicas.Retoma la actividad física con calma. Por ejemplo, si la opción es caminar o trotar, inicia con 15 o 20 minutos y, pasados algunos días, aumenta la intensidad.Al comienzo, evita practicar deportes de alto impacto ya que las articulaciones pueden verse afectadas.Diversión y no obligación. Este es un buen consejo para que integrar a tu rutina el hábito de ejercitarte no te cueste y lo dejes al poco tiempo.Realiza actividad física aeróbica dos veces o más por semana y complementa con ejercicios de fortalecimiento muscular. Siempre con la supervisión de un especialista.Los exámenes periódicos son importantes. Así podrás saber cómo el ejercicio está beneficiando a tu cuerpo.Para evitar lesiones, recuerda calentar y estirar. Al finalizar la rutina, estira nuevamente para ayudar al cuerpo a recuperarse.