Las mipymes en América Latina cumplen un rol protagonista. De acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), para 2018 estas representaban más del 99 por ciento del total de compañías, y, de ese porcentaje, el 88,4 por ciento eran microempresas. Sin embargo, su participación en el producto interno bruto (PIB) era de apenas el 25 por ciento, una cifra muy lejana al 40 por ciento que representan en Colombia.
Para entender mejor la importancia de estos negocios en la economía nacional, basta con revisar algunos datos de la Asociación Nacional de Instituciones Financieras (Anif): para 2021, las mipymes generaban el 79,1 por ciento del empleo. Hasta el mes pasado, en el país había activas 1.868.141 micro, pequeñas y medianas empresas, según el Ministerio de Comercio. Esto equivale al 99,7 por ciento del tejido empresarial. Aunque pertenecen a distintos sectores, este año predominan las que están asociadas al comercio (766.750), servicios (762.874), manufactura (200.301) y construcción (91.847).
Acceso a financiamiento
Lo paradójico es que, a pesar de ser una fuerza muy representativa de la economía, las mipymes son las más vulnerables ante una crisis. Así lo mostró la pandemia. De acuerdo con una encuesta realizada por el Grupo Interagencial sobre Flujos Migratorios Mixtos, para el segundo semestre de 2020 el 34 por ciento de las compañías encuestadas no sabía con seguridad si podría seguir operando. Entre las principales razones se encontraba la dificultad para pagar la nómina de los empleados debido a problemas para acceder a financiamiento.
Gabriel Riaño, CEO de Mr. Fix, contó que, efectivamente, uno de los obstáculos para conformar su negocio fue obtener un crédito. “Yo creo que es lo más difícil, y más cuando uno viene de un proceso de quiebra que le afecta su capacidad crediticia. Es muy complicado poder acceder a financiación para arrancar. Al final quienes me ayudaron fueron familiares y amigos”.
Precisamente, a fin de aumentar la oferta crediticia para los emprendedores, el Gobierno nacional ha impulsado diversas herramientas. Una de las más recientes, a través de Bancóldex, ofrece mejores condiciones de financiación en microcrédito y leasing al conectar a los empresarios con los oferentes de microfinanzas y proveedores de maquinaria y equipos, en un entorno digital. Se trata de los productos Neocrédito y Leasing Digital.
“Estos dos portales responden a una apuesta del Banco por acercarse más a las empresas a partir de su propia transformación digital e innovación”, explicó Javier Díaz Fajardo, presidente de Bancóldex.
Neocrédito conectará a los microempresarios formales y no formales con diferentes entidades financieras que competirán por ofrecer la mejor opción de financiación; por su parte, Leasing Digital les permitirá a las pymes comparar, simular y solicitar financiación directa de Bancóldex para un activo, ya sea maquinaria o equipo, en un ambiente digital que les facilita el proceso.
Con respecto al alcance de estas herramientas, Díaz estimó que con Neocrédito se busca superar los 20.000 microempresarios registrados en la plataforma, solo en este 2022, y por los próximos cinco años movilizar cerca de 2 billones de pesos. Por su parte, con Leasing Digital pretenden desembolsar 15.000 millones de pesos al cierre de este año y cerca de un billón de pesos en los próximos cinco.
El ecosistema fintech también ha permitido el surgimiento de alternativas de crédito para los empresarios. “Solo quienes emprendemos entendemos los retos que hay que enfrentar para hacer realidad nuestros proyectos. Por eso creamos Plurall, un lugar donde empatizamos con los dolores empresariales de los pequeños emprendedores que están desatendidos y con pocas posibilidades de acceder a capital de trabajo y pagos digitales”, expresó Natalia García, cofundadora y head of growth de la compañía.
Según Federico Gómez, CEO de Plurall, una de las grandes ventajas que ofrece la empresa es que todo se hace por internet. Por medio de la tecnología, en menos de 30 segundos evalúan diferentes variables de riesgo para determinar si se puede o no asignar ese crédito. “Además, nuestra infraestructura permite que al día siguiente podamos desembolsar el crédito”, agregó.
Desafío logístico
Para quienes le han apostado a fortalecer la economía con productos y servicios hechos en Colombia, los costos logísticos, de transporte y almacenamiento se han convertido en un dolor de cabeza. Javier Díaz Molina, presidente de la Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex), advirtió que las tasas mínimas de flete afectan la competitividad del transporte.
Según la última encuesta nacional logística, realizada en 2020, las micro (35,8 por ciento) y pequeñas empresas (24,2 por ciento) tienen el costo logístico como el porcentaje de ventas más alto del ecosistema empresarial del país. Por eso, el llamado de Analdex es para que los Gobiernos impulsen la activación de proyectos intermodales y trabajen en simplificar la reglamentación, y así incentivar a los pequeños negocios.
Esta Asociación recalca que es clave que los próximos Gobiernos impulsen la activación de proyectos intermodales (ferrocarriles y adecuación de vías fluviales) y la simplificación de la reglamentación para estimular a las pequeñas empresas.
En cifras
Así se compone el ecosistema empresarial colombiano, según el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo:
- 95,5 % son microempresas
- 3,4 % son pequeñas
- 0,8 % son medianas
- 0,3 % son grandes
Lea también: Así se conserva la identidad cultural colombiana a través de las artesanías
Le puede interesar: Ciudad dentro de la ciudad’, el concepto que gana fuerza en el sector de la construcción. ¿Qué tanto beneficia a las personas?