De acuerdo con Asofondos (gremio de los fondos de pensiones y cesantías), entre 2011 y 2019 el monto dirigido a este rubro creció anualmente un 14 por ciento, y en esta última década se destinaron cerca de 20 billones de pesos para comprar techo propio.
Durante 2020, pese a la pandemia ocasionada por la covid-19, las cesantías destinadas a vivienda alcanzaron cerca de 3 billones de pesos. Y aunque el monto dirigido a ese uso fue menor que en años anteriores, superó al de los recursos usados para compensar la caída de ingresos y la terminación de contratos registrados en la emergencia, así como a las asignaciones para educación; que también forman parte de los usos permitidos para el retiro de estos ahorros.
De acuerdo con los expertos, la adquisición de vivienda propia es una prioridad para las familias colombianas; por esta razón, los ahorros de cesantías se han convertido en uno de los mejores vehículos para hacer realidad este sueño.
Para Roberto Moreno, presidente de Amarilo, una de las empresas que representa al sector constructor de vivienda en el país, en la actual coyuntura las inversiones en ese ramo se hacen mucho más atractivas teniendo en cuenta la expectativa de mayor flexibilidad por el teletrabajo. Sumado a esto, la finca raíz es un activo refugio en momentos de incertidumbre, gracias a que es un depósito seguro de capital con valorización, que produce flujo de ingresos constantes con bajo riesgo.
“Lo ideal es que este tipo de inversión se haga con los ahorros de cesantías. Por ejemplo, muchos de nuestros clientes utilizan estos recursos como fuente de pago de la cuota inicial de su vivienda”, agregó el directivo. Según Moreno, la clave para hacer un buen uso de estos ahorros es asesorarse previamente, validar las diferentes opciones que existen en el mercado e invertir en viviendas que conformen un gran desarrollo urbanístico y con un alto potencial de valorización en el largo plazo.
Un buen ejemplo de esto es el proyecto Lagos de Torca, obra que se convertirá en el nuevo eje de crecimiento urbano de la capital del país. Contará con 125.000 viviendas que ocupan 1.800 hectáreas del norte de Bogotá.
Lagos de Torca forma parte de los 96 proyectos de vivienda que adelanta Amarilo en 17 ciudades de Colombia, y que se construyen bajo el concepto ‘Ciudades dentro de la ciudad’. Este busca integrar urbanismo físico y social para el desarrollo integral y ordenado de las urbes, lo que permitirá mejorar la calidad de vida de las familias y contribuirá a contrarrestar el déficit habitacional.
A fin de asesorar a sus clientes sobre las mejores alternativas de inversión en vivienda, Amarilo cuenta con una plataforma llamada Academia de Soñadores, que brinda información sobre educación financiera y que los guía en los diferentes procesos que deben adelantar para la adquisición del inmueble, entre estos, los que se tienen que seguir para el retiro de las cesantías con destino a este uso.
“A través de esta plataforma garantizamos un acompañamiento continuo a nuestros clientes en su proceso de búsqueda y compra de vivienda”, explicó Moreno.
Esta es, sin duda, una buena oportunidad para quienes buscan una vivienda propia.