El año pasado Colombia entró en el Top 10 de los países con mayores ataques de ransomware (secuestro de información), con más de 11,3 millones de ataques, una cifra que según el informe de SonicWall para 2022, nos ubica en la sexta posición a nivel mundial, solo por debajo de Estados Unidos, Alemania, Reino Unido, Brasil y Canadá.
La investigación asegura que “globalmente este tipo de ciberataques creció 105 por ciento en el 2021 en medio de estrategias que contemplan incluso el doble o el triple de las extorsiones, lo que hizo que esta modalidad fuera más exitosa que nunca”. Para la organización, los ataques del año pasado parecieron “actos de guerra”, pues en muchos casos se puso en peligro el suministro de alimentos, agua y combustible, entre otros.
CiberEdge Group, compañía que realiza estudios para 19 industrias, indica que el último año marcó un récord y el 85 por ciento de las empresas experimentaron al menos un ciberataque exitoso, y un 41 por ciento sufrió seis o más ataques. Y, en el caso de Colombia, la situación fue la más grave, pues el reporte muestra que el 93,9 por ciento de las empresas fue víctima de al menos un ataque exitoso, lo que ubicó al país en la primera posición.
Pero los problemas no solo se dan en el entorno corporativo. Recientemente el ministro de Defensa, Diego Molano, aseguró que el año pasado la ciudadanía reportó a través del CAI Virtual 48.831 denuncias asociadas a delitos cibernéticos. “En un día, el sector Defensa procesa 128 millones de registros de interacciones cibernéticas y son bloqueados 150.000 eventos maliciosos”, señaló.
La solución
Como se evidencia, con el paso de los años es mayor la exposición de las compañías y las personas a modalidades cada vez más sofisticadas de hurto, suplantación de identidad y extorsión. Frente a este problema, soluciones como la que ofrece Soy Yo son clave para garantizar la protección de la información. Esta marca, especializada en la creación de una identidad digital, desarrolló un producto bajo los modelos y casos efectivos que se han creado en otros países, especialmente en el norte de Europa, donde se han disminuido considerablemente los hurtos en tecnologías digitales. Hoy, esta plataforma trabaja en alianza con reconocidas entidades financieras colombianas.
TransUnión, aliado estratégico de Soy Yo, muestra en su reporte global sobre tendencias de fraude digital que entre el 2019 y el 2021 en Colombia se registró un aumento del 134 por ciento, y fueron los Servicios financieros, viajes y ocio, y juegos en línea, las industrias más propensas al fraude digital.
Según Santiago Aldana Sanín, CEO de Soy Yo, el desarrollo de este producto y sus servicios se encuentra enfocado en la administración de la identidad de las personas en medios digitales para contrarrestar los efectos de la ciberdelincuencia. “Hemos generado confianza en más de 200.000 usuarios y seguimos creciendo, esto con la premisa de generar procesos seguros y fáciles para las personas. Tenemos el reto de lograr más y mejores oportunidades para los usuarios en cuanto a registros y trámites ante entidades, y la validación de identidades entre los mismos usuarios, minimizando la exposición a riesgos con consecuencias a corto plazo”.
Las modalidades más comunes de ciberdelincuencia
Algo de lo que hablan los expertos es del hecho de que los mecanismos de protección tienden a ser insuficientes si los usuarios digitales pasan por alto o desconocen los riesgos y las modalidades más comunes de ciberdelincuencia.
En el caso de Colombia, estos son los tipos de engaño que más daño hacen a personas y empresas.
- Compra y venta de productos. Es una de las modalidades más cotidianas pues el usuario tiende a no verificar la veracidad de los productos, personas y distribuidores al momento de realizar la compra.
- Phishing. Funciona al tomar la información personal expuesta en medios como las redes sociales, correos electrónicos y aplicaciones de mensajería instantánea. Opera generando confianza y ofreciendo promociones o productos a cambio de información.
- Vishing. Esta estrategia combina el phishing y las llamadas telefónicas donde se solicita dinero por medio de engaños con información tomada de familiares que se encuentran en supuesto peligro, todo para realizar una estafa.
- Suplantación de identidad. En este caso, se roban los datos de una persona y posteriormente se utilizan para obtener información de alguien más, hacer compras y transacciones por medio de terceros, y realizar fraudes y engaños ante entidades financieras o de servicios.
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