La pandemia cambió la forma de ver y entender el mundo, pero además ratificó que el sector de la salud es vital para la subsistencia humana. Aunque en países como el nuestro el sistema superó la difícil prueba, expertos advierten que fenómenos como el cambio climático, la inseguridad alimentaria y la falta de acceso a servicios básicos podrían causar futuras crisis que nuevamente pondrán a prueba la capacidad del sistema de salud.
Para el doctor Juan Mauricio Pardo, vicedecano de Investigación y Consultoría de la Escuela de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad del Rosario, a esas problemáticas se suman la posible resistencia a los antibióticos, entre otras razones, debido a su mal uso, y con ello se amenaza la eficacia de los tratamientos existentes. “Además existe otro factor y es la adaptación a las necesidades de una población que envejece de manera significativa, lo que representa un reto importante para los sistemas de salud”, señaló.
El directivo agregó que para hacerle frente a este panorama es necesario reevaluar la prestación de los servicios de salud, promover la investigación y los avances científicos, y centrarse en la formación del recurso humano. Previendo estos nuevos desafíos, la Universidad del Rosario ha venido construyendo nuevas soluciones.
La primera estrategia es la creación de un Centro de Salud Digital, que no solo se apoya en las TIC en salud, sino que prioriza la digitalización y está dirigido al usuario en todo los aspectos de una organización, desde sus modelos de negocio hasta las experiencias del paciente, los procesos y las operaciones. Le sigue un enfoque de salud global, bajo la premisa ‘piensa global, actúa local’, que permite, a través de la interacción con actores de otros países del mundo, buscar soluciones conjuntas a problemas locales.
El tercer componente es la investigación traslacional, que resuelve desde el laboratorio de investigación de avanzada problemas clínicos, facilitando la prevención, gestión del riesgo y manejo personalizado de las enfermedades. El siguiente aspecto es el estudio integral del envejecimiento y longevidad, a través de una mirada multidisciplinar que permita un abordaje integral de este fenómeno y, finalmente, se enfoca en un mayor uso de ambientes simulados para la enseñanza y el aprendizaje.
“Solo aprendemos lo que investigamos y solo a través de la investigación generamos nuevo conocimiento”, sostuvo Pardo. En línea con esa premisa, en diciembre del año pasado la Universidad del Rosario adquirió un espacio de 2.000 metros cuadrados en el que instaló un hospital de simulación con tecnología de vanguardia. Allí hay salas de consulta externa, hospitalización, cirugía, partos y cuidados intensivos, desde donde sus estudiantes deben afrontar situaciones de la vida real en maniquíes de simulación. “De esta manera, pueden aprender a tomar decisiones en entornos seguros”, añadió el directivo. Para el doctor Pardo es necesario innovar la forma en la que hoy se enseña medicina haciendo uso de todas estas nuevas herramientas, pues es la única manera de mejorar los modelos de salud existentes y generar médicos con capacidad de adaptación.
*Contenido elaborado con apoyo de la Universidad del Rosario