El nacimiento de una oferta educativa enfocada en habilidades específicas para el trabajo y la consolidación de las plataformas virtuales han sido, entre otros, algunos de los motivantes de que las instituciones educativas replanteen sus modelos de formación.

Precisamente, desde hace cuatro años la Universidad del Rosario venía desarrollando una innovadora propuesta que pudiera satisfacer las necesidades e intereses de cada estudiante. Y tras un completo análisis de programas en universidades de todo el mundo y la consulta con profesionales de las industrias creativas y culturales, el resultado fue la Facultad de Creación.

Además de la flexibilidad entre programas, el aprender haciendo y el acercamiento a oficios y saberes artesanales colombianos son los grandes diferenciales de la facultad.

Formación interdisciplinar

Inicialmente, la Facultad contará con los programas de Arquitectura, Artes, Diseño y Teatro Musical (programa que desde el 2019 está funcionando) y, de acuerdo con lo expresado por Juan Pablo Aschner, su decano, los estudiantes podrán armar carreras por ciclos a la medida de sus intereses. “Este modelo entiende que el estudiante de hoy es más exigente y que le gusta modelar la carrera a la medida de su vocación”, agrega.

Al comienzo, los estudiantes accederán a un ciclo básico común que aplica para los nuevos programas. “El primer año es completamente común. Al entrar a diseño, por ejemplo, se está estudiando también artes y arquitectura. En ese primer acercamiento van a aprender haciendo”, explica Aschner. Luego, de acuerdo a sus intereses, elegirán algún componente para profundizar y, al final, podrán elegir un grado menor para especializarse. “De esta manera el estudiante de diseño puede tener un grado menor en animación y videojuegos”.

Pero la flexibilidad no solo es uno de sus ejes innovadores. La experiencia práctica es una de sus apuestas; por eso, los programas tienen alianzas con organizaciones como Misi Producciones, Artesanías de Colombia y la Escuela de Artes y Oficios Santo Domingo, donde podrán participar activamente desde los primeros semestres para desarrollar proyectos pensados para la realidad nacional.

Esta es la primera facultad creativa en Colombia con este modelo de enseñanza.

Otro de los aspectos clave que componen esta nueva Facultad es la sostenibilidad social y ambiental. Dentro de ese marco, hay diversas estrategias de inclusión de comunidades y elementos que no suelen tener relevancia en este tipo de contextos. “Tenemos un acuerdo inédito para que los artesanos puedan dictar clases a nuestros estudiantes, de esta manera buscamos romper la barrera entre artistas y artesanos”, explica Aschner.

En ese mismo contexto, por ejemplo, el programa de arquitectura ha sido pensado para aprovechar materiales y técnicas mucho más cercanos al contexto colombiano y que, además, cumplan las lógicas de sostenibilidad para el futuro del país.

Esta iniciativa, que reúne adaptabilidad, experiencias prácticas y una formación pensada para impacto nacional es, sin duda, un primer acercamiento a los modelos educativos del futuro.