Primera parada

Este pequeño municipio es reconocido como uno de los destinos más importantes para el turismo religioso en Colombia. Cada año atrae a miles de peregrinos que llegan hasta el Santuario de Nuestra Señora de la Salud para encomendarse y pedir por su sanación. Aunque este lugar es el corazón de la actividad turística de Bojacá, también hay actividades asociadas al turismo de naturaleza.

Por ejemplo, recorrer el parque arqueológico Piedras de Chivo Negro. Con más de 40 piedras con grabados de origen muisca, este lugar fue declarado Patrimonio Cultural en 2008. Sus visitantes pueden hacer senderismo o escalada en rocas pequeñas. Además, es pet-friendly. Y si lo que se busca es un plan familiar, está el Parque de Hierro con atracciones clásicas como la rueda de la fortuna, un carrusel y una pista de karts.

Parque arqueológico Piedras de Chivo Negro | Foto: Juan Carlos Sierra

Ala Madrid

Madrid, conocido por su rica historia y patrimonio cultural, es otro de los municipios que vale la pena visitar. Fundado hace más de 460 años, este lugar ha sido testigo de la transformación de la región. Uno de sus principales atractivos naturales son los cerros de Casablanca, un espacio ideal para el ecoturismo y la observación de aves. “El cerro Siete Jorobas es hogar de más de 256 especies de flora y fauna, incluyendo aves como el cernícalo americano y el gavilán maromero”, resaltaron desde la Alcaldía de Madrid.

El municipio también ha ganado popularidad como sede de eventos deportivos de alto nivel, gracias a escenarios como la pista de ciclismo de montaña en el Cerro Siete Jorobas, considerada una de las mejores del país. “Por tercer año consecutivo, Madrid fue escogido por la Federación Colombiana de Ciclismo gracias a su pista de 3,4 kilómetros, que combina diversidad natural y técnica”, agregaron desde la Alcaldía.

Finalmente, están las famosas obleas Villetica, un emblema del municipio que data de 1900. Esta empresa familiar continúa utilizando procesos tradicionales para la elaboración de obleas y del arequipe, convirtiéndose en una parada obligatoria para los visitantes que buscan probar un pedacito de historia local.

Campamento de aves

Con su impresionante Parque Arqueológico de Facatativá, es el destino ideal para quienes buscan una experiencia única que combine naturaleza y cultura. Este parque, famoso por sus pictogramas y abrigos rocosos, es un tesoro arqueológico que invita a los visitantes a explorar la historia de los antiguos habitantes muiscas.

Para los amantes de la aventura, el cerro Manjui es una opción imperdible. Este recorrido de senderismo de diez kilómetros atraviesa caminos ancestrales y llega hasta un mirador a 2.900 metros sobre el nivel del mar.

La agencia de turismo Camping Montañero detalla que “el recorrido atraviesa un bosque de niebla donde se pueden observar numerosas especies de fauna y flora nativa”. Además, Facatativá ofrece experiencias como paseos a caballo en la vereda Mancilla y el fascinante Birdcamp, un campamento especializado en la observación de aves para estudiantes y aficionados.