El mayor reciclador de botellas PET del país, Enka de Colombia, acaba de constituir una filial denominada Eko Red, la cual en palabras de su presidente Álvaro Hincapié “se encargará del suministro de materia prima”, es decir, que tendrá como responsabilidad la recolección de más envases para ser reciclados y posteriormente, reutilizados. Esta filial nace para apoyar el proyecto de obtención de fibras Eko, el cual transforma botellas de gaseosas, aguas, aceites y otros empaques elaborados a partir de PET, en fibras que luego servirán para la fabricación de hilos, no-tejidos y rellenos, que son utilizados en la producción de jeans, pantalones, camisetas y ropa de hogar. Actualmente, Enka de Colombia cuenta con centros de acopio en 22 departamentos, sin embargo, la meta es aumentar esta cobertura a partir de la creación de nuevos centros y la vinculación de más recicladores. De hecho, se espera que sean 8600 personas las que participen. Sin embargo, el proyecto va más allá del tema del empleo. El 49 por ciento de la nueva sociedad será de la Cooperativa Multiactiva de trabajadores de Enka (Cooprenka). Una apuesta ambiental Para conseguir que las botellas recolectadas sean reutilizables, Enka de Colombia invirtió cerca de 30 millones de dólares en la construcción de una planta que estará en funcionamiento a finales del 2013. La nueva planta conseguirá que se pase de 1 millón de botellas PET tratadas a 3 millones. Además, cada botella cumplirá los requisitos de la Administración de Drogas y Alimentos o FDA por sus siglas en inglés. De esta manera, el objetivo es que se reciclen 18 toneladas de botellas al año, lo cual significa que “el planeta va a tener un ahorro de energía equivalente a tener una ciudad como Armenia apagada”, afirmó Hincapié. Igualmente, en el proceso de producción, se estima que haya una reducción de 72 por ciento de CO2 . En un país donde se botan cerca de 1500 botellas PET al año, las cuales tardan cerca de 1000 años en degradarse apuestas como estas se convierten en fuente de mejores alternativas no sólo ecológicas, sino sociales.